Los estudiantes de las I.E. Oficiales, estudian en condiciones de enormes desigualdades frente a los estudiantes de colegios privados (léase colegios de las elites ricas de la ciudad), se nos ha satanizado
Álvaro Sierra
Educador Territorial
Cali
Especial para Primicia
Cuando en la ciudad de Santiago de Cali, durante la actual administración del Alcalde Guerrero y su secretario de educación, Edgar Polanco, algunos maestros hemos manifestado y a la vez denunciado, que los estudiantes de las I.E. Oficiales, estudian en condiciones de enormes desigualdades frente a los estudiantes de colegios privados (léase colegios de las elites ricas de la ciudad), se nos ha satanizado y en muchos casos se ha buscado la sanción disciplinaria dizque porque hemos sido «groseros» con la «Autoridad». Autoridad a la que se le debe rendir (según las normas producidas por ellos) culto y agacharle la cerviz. (Se ha dado la persecución política en la actual administración municipal de Cali).
Que dirán ahora el señor Alcalde de Cali, Dr. Guerrero y su secretario de educación, Dr. Polanco, cuando un informe de un organismo de investigación, El Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad- De justicia, Centro que dirige el Dr. Rodrigo Uprimny, ha producido un informe que va más allá de lo que algunos educadores hemos expresado y denunciado sobre el estado de la educación en Colombia y particularmente en Cali.
Les adjunto el libro producto de la investigación y el artículo aparecido en el diario El Espectador el pasado domingo, el cual comenta algunos aspectos que los investigadores mencionados llaman «Separados y desiguales», casi comparando la terrible falta de oportunidades y la horrenda discriminación que padecen nuestros jóvenes escolares de las I.E.O. frente a los colegios de estratos 5 y 6. Falta de oportunidades y discriminación asemejándola con un «apartheid» educativo en Colombia.
. El silencio de muchos de los educadores puede ser cómplice con lo que hacen las elites gobernantes.
Indudablemente las desigualdades son enormes, y no solamente en la educación, miremos el sector salud, empleo, vivienda, salarios entre otros. Si bien es cierto la culpa no es de los corruptos si no de nosotros que los ponemos en esas curules, para que desangren al país y a la misma ciudadanía en general.