El ex comandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén asumió el domingo como presidente de El Salvador con la promesa de controlar unos alarmantes niveles de homicidios.
Sánchez Cerén, un maestro de 69 años de edad, de aspecto bonachón es el primer gobernante surgido de las filas de la ex guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación (FMLN)
El ex comandante guerrillero Salvador Sánchez Cerén, es el nuevo de presidente de El Salvador con la promesa de controlar unos alarmantes niveles de homicidios y proponiendo un gobierno de unidad nacional que permita sacar del pozo a la economía del país centroamericano. «Ejerceré la presidencia con austeridad, eficiencia y transparencia. Los recursos del pueblo son sagrados. No más corrupción», dijo.
Sánchez Cerén, un maestro de 69 años de edad, es el primer gobernante excombatiente de la antigua guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación, el FMLN, que ahora es un partido político plenamente integrado en la vida política y social del país, pero que protagonizó la sangrienta guerra civil que lo enfrentó entre 1980 y 1992 al Ejército, apoyado por Estados Unidos.
Pese a su pasado bélico, su aspecto bonachón, carácter afable y los programas sociales de su predecesor, le permitieron superar por escaso margen en las elecciones a su contrincante Norman Quijano, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena).
Durante su juventud Sánchez Cerén, fue uno de los comandantes de la guerrilla salvadoreña Frente Farabundo Martí para la Liberación