¿REFORMA, O ENGAÑO?
Los políticos cada día pierden más credibilidad como consecuencia del juego tapado que adelantan al amparo de la cultura política existente, practicada por la dirigencia de los decadentes partidos.
La clase política se comprometió a adelantar una reforma política de fondo para acabar con todos los resabios y las trampas. Pero en verdad ellos se niegan a reformar el sistema, y quieren mantener la ventaja que los lleva cada cuatro años a disponer de las curules como una propiedad privada, desde las cuales manifiestan ─sin siquiera sonrojarse─ que son propietarios de ellas.
Entre las reformas que se anunciaron al país está la conformación de listas cerradas por parte de la clase política. Pero ahora, en una tramposa propuesta, buscan que dicha reformar entre a regir dentro de ocho años; y que las próximas elecciones se realicen a semejanza de los ‘embuchados’ a los que nos tienen acostumbrados: se presentan los mismos con las mismas, o, caso contrario, lo hacen sus herederos.
Ahora los habilidosos y tramposos politiqueros argumentan que debe haber un periodo de transición para evitar que la «democracia» se altere, cuando desde hace muchos años han alterado lo que ellos llaman «democracia», que no es más que un vulgar negocio desde el cual los actuales «propietarios» de las curules hacen y deshacen con un país que hace rato tocó fondo, por la imposición de un sistema mafioso y corrupto, impuesto por unos elementos que hace rato se tomaron las instituciones a sangre y fuego, además de la trampa.
OTRO FALSO POSITIVO DEL GOBIERNO DE SANTOS