Desde hace más de 70 años se descubrió que hay una conexión entre dieta y sexo, la modificación del metabolismo y la reestructuración de los hábitos alimenticios confirman que se puede gozar de una mejor vida sexual.
Luz Andrea Jaramillo Losada
Psicóloga-Terapeuta Sexual
Exclusivo para Primicia
El amplio mundo de la sexualidad humana y su trascendencia, ha hecho que nos adentremos en algo más allá que lo superficial, más allá del sexo reproductor y que nos brinde opciones de mejorar para nosotros sentirnos satisfechos y hacer que nuestros amantes se sincronicen igualmente.
Cuando tocamos el tema de los inconvenientes de cama, generalmente escuchamos siempre lo mismo, eyaculación precoz y disfunción eréctil, pero hoy quiero participar a los lectores de Primicia que no solo éstos trastornos de la respuesta sexual son los que tenemos que conocer, sino que detrás de éstos, o mejor dicho, antes de su aparición, hay unos predecesores claros que nos informan que algo más nos va a fallar.
En la actualidad, cerca del 30% de los hombres y 40% de las mujeres corren riesgo de sufrir cierto grado de disfunción sexual. Primero, hay que conocer que las disfunciones sexuales, se pueden presentar a cualquier edad, no solo es problema del adulto mayor el hecho de no poder mantener una erección, o de eyacular antes de lo deseado, ustedes alguna vez se han preguntado ¿Por qué se presentan fallas en órganos sexuales de personas jóvenes?, saben ustedes ¿por qué antes de iniciar una terapia sexológica, hay que descartar una falla fisiológica? No, no es porque tengan un problema ahí abajo, no es porque ya no le sirva; el pene, los testículos no fallan porque sí, realmente no falla el pene, falla el organismo y el sistemas cardiovascular.
Indiscutiblemente los problemas sexuales son más frecuentes en ellas, pero, ¿Por qué se quejan más los hombres?, sucede que el pseudoaumento en los caballeros se origina por la atención que se presta a este tema, para las mujeres poca atención se presta a las dificultades en la cama, porque culturalmente el hombre es quien debe dar la pauta para calificar como buena o no una sesión de sexo, es entonces cuando la mujer se desliga de su rol de amante y no se exige. Un problema sexual masculino se evidencia con solo mirarlo. Desde que son púberes los hombres se miden en funcionamiento, compiten y se autocritican cuando no rinden igual que sus amigos, por eso, los caballeros, son los reyes de las historias de cama.
¿Qué sucede entonces con aquel hombre que sufre del corazón, y le han restringido toda actividad física, evitando sobre esfuerzos?, suponemos entonces que una de esas restricciones es la disminución en la vida sexual. Recientemente, alguien con estas características decía, «lo que sucede es que uno no puede tener relaciones sexuales porque le da un paro cardiaco», pues sí, el riesgo en cuanto al problema con este musculo es ese, pero sobrellevar un antecedente del sistema cardiovascular no significa corazón y nada más, no señores, este complejo sistema está compuesto por el sistema linfático, venas, arterias entre otros.
Desde hace más de 70 años se descubrió que hay una conexión entre dieta y sexo, la modificación del metabolismo y la reestructuración de los hábitos alimenticios confirman que se puede gozar de una mejor vida sexual. La respuesta sexual tiene un componente importante, la sangre debe llegar adecuadamente a los genitales; cuando se reduce el colesterol en la sangre, se disminuye la tensión arterial, se mejora el funcionamiento del corazón y automáticamente se fortalece la función y respuesta sexual, principalmente masculina.
Para muchos el miedo a envejecer los lleva a disponer de muchos métodos de rejuvenecimiento, sin embrago otras personas que tampoco quieren envejecer, optan por aumentar su actividad sexual, esto ha generado un éxito rotundo en los medicamentos que ayudan a mantener la vitalidad sexual. A muchas personas no les interesa que haya grasa en sus venas, que su corazón este fallando o que su musculatura se esté debilitando, siempre y cuando puedan generar erecciones para sentirse vivos. Hay que tener mucho cuidado con esto, porque los fármacos sexuales no son para todo el mundo, uno de cada tres hombres pueden consumirlos, muchos de estos ocasionan repentinas bajadas en la tensión arterial.
Si hay una mente sana, pero un cuerpo no sano, éste no podrá responder a lo que esa mente le mande. Todo depende de acondicionarnos sexualmente, evaluar nuestro comportamiento desde el desayuno, de qué llenamos nuestro cuerpo. Un comportamiento dietético ejerce un gran poder en la sexualidad. La típica dieta norteamericana, la rutina, el sedentarismo y el estrés, son factores que nos defraudan a la hora de encamarnos. Hace unos años los hipertensos nos dieron un gran resultado para la vida sexual, los usuarios de medicamentos se dieron cuenta que mejorando la tensión arterial, mejoraban significativamente la función eréctil. Para poder entender esto quiero que veamos un poco acerca del funcionamiento de nuestro cuerpo; las hormonas beneficiosas que se activan cuando tenemos una relación sexual ayudan a aumentar el flujo sanguíneo que llega al cerebro, reducen el estrés e increíblemente actúa como analgésico y ayuda a aliviar dolores, de tal forma, señoras, que el dolor de cabeza ya no es excusa para negarse al sexo.
Muchos conocen que la hormona reina en el deseo sexual es la testosterona, pero a muchos hombres que se les ha diagnosticado disfunción eréctil muestran un nivel adecuado de esta hormona, y realmente este no es el problema, porque en un hombre de 70 años, sano, la cantidad de testosterona es la misma que un hombre sano de 20 años (Lo que se envidian el soltero y el casado, es que cada uno piensa que el otro tiene sexo más seguido).
Las mujeres poseemos también un poco de esta misma hormona, en menor cantidad, y actúa de la misma manera en el cuerpo femenino, es la encargada de «las ganas», en los tratamientos de reemplazo con testosterona para mujeres parece que si mejora el estado de la libido, porque el trabajo no es tan arduo como en los caballeros, un poco más de testosterona en ellas, hace que se experimenten síntomas no deseados de masculinización como la crecida del vello facial, voz más grave y acné.
El resultado de la excitación sexual tiene un complejo proceso bioquímico, para que se pueda generar una buena erección en el hombre, o distensión en la mujer, se requiere más que ganas. Todo a lo que llamemos proceso, va acompañado de muchos órganos, para un adecuado rendimiento de los órganos que intervienen en la excitación sexual, se requiere principalmente de un muy buen funcionamiento del sistema linfático, desde el cerebro que libera una sustancia llamada acetilcolina, hasta los vasos sanguíneos que son los encargados de llevar la sangre hasta los órganos sexuales. En este complejo proceso, es importante conocer que existe un tejido que recubre la zona interna de todos los vasos sanguíneos llamada endotelio, el cual libera óxido nítrico que es el encargado de relajar los vasos sanguíneos y permitir que el flujo de sangre aumente, generando así la distensión que es un requisito previo y obvio en los hombres para conseguir la erección, pero que también contribuye de manera directa con las sensaciones placenteras en las mujeres. Ahora bien, si la cantidad de óxido nítrico no es la suficiente, será poco el flujo sanguíneo que llega a los genitales y puede que se produzca una disfunción sexual.
Una de las causas principales de la disfunción sexual es el alto nivel de colesterol malo en la sangre, porque esto provoca algo que escuchamos a menudo y es la arteriosclerosis (endurecimiento de las arterias). Cuando las arterias contienen gran cantidad de colesterol, se taponan, impidiendo el paso de la sangre hasta el pene, y por tanto, esto constituye la primera causa de impotencia. Los alimentos ricos en antioxidantes, protegen al cuerpo de la oxidación procedente del colesterol. Para esto, quisiera ampliar más adelante las recomendaciones para una buena y sana alimentación rica en antioxidantes.
Por ahora podemos decir que antes de llevarnos algo a la boca, debemos saber si nos conviene, si nos fortalece o nos debilita, porque hay que tener mucho cuidado, la obesidad no solo perjudica la imagen, sino también la potencia sexual, y no es que solo los pasaditos de kilos puedan llegar a presentar problemas de erección, muchas personas con delgadez, se confían de su apariencia pero en verdad generan fallas más a menudo porque no precisan en cuidarse y terminan afectándose a sí mismos, así que mucho cuidado porque aunque no lo crean, la potencia comienza en la cabeza, pero muchas veces no pasa por la sangre. Buen día.
En la actualidad, cerca del 30% de los hombres y 40% de las mujeres corren riesgo de sufrir cierto grado de disfunción sexual.
FELICITACIONES QUE BIEN QUE EXPLICA LA EXPERTA EN SEXUALIDAD SIN CAER EN LA VULGARIDAD COMO SUCEDE EN OTROS MEDIOS