Analistas de medios observan cómo los periodistas de los grandes medios se resisten a utilizar la palabra «violación» para describir incidentes de agresión sexual. En su lugar, los medios de noticias minimizan la humillación y la crueldad involucrada en estos actos para referirlos como «delitos sexuales», «actividad sexual inadecuada» o «sexo forzado», aunque tales actos están legalmente reconocidos como «violación».