El gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC volvieron a la mesa de negociaciones en La Habana, un día después de que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, declarara que los rebeldes deberán entregar las armas para alcanzar la paz.
La delegación del gobierno, encabezada por Humberto de la Calle, no habló con la prensa a su llegada al Palacio de Convenciones de La Habana, sede del diálogo.