El mal olor en los pies, se deben aplicar las mismas recomendaciones que alguien que simplemente quiere evitar que estos molestos aromas «fuertes» y desagradables aparezcan. Cosas simples como lavar bien los pies y No solamente sobarlos «suavecito» como muchas personas hacen, enjuagarlos y luego secarles muy bien una vez salimos de la ducha, usar medias bien lavadas y que estén totalmente secas y al mismo tiempo usar un calzado en las mismas condiciones, entre otras recomendaciones. Siguiendo todo esto, el uso de talcos o mexana no será necesario en la gran mayoría de los casos, porque usándolos o no, si no se aplican las recomendaciones que plantearé a continuación, la aparición del mal olor o «pecueca» en los pies será inminente.

1. Sobar bien los pies con una toalla o estropajo bien enjabonados. Está bien que en la mayoría de los casos las últimas partes de nuestro cuerpo que lavamos en la ducha son los miembros inferiores, principalmente los pies, pero no por ello debemos solamente darles una «sobadita insignificante» o muchas veces ni siquiera tocarlos por pereza, porque pensamos que nadie los va a oler, porque queremos ahorrar jabón en algo que se puede considerar innecesario de lavar, etc. El mal olor se da por el exceso de toxinas, bacterias y/u hongos que se acumulan en nuestros pies, lo que lleva a tener que «restregarles» con algo que verdaderamente ayude a remover esas impurezas que causan los malos olores, más la combinación de algo con una acción detergente poderosa, como es el caso de los jabones, principalmente los Syndets (aunque éstos son un poco más costosos). Empavonar muy bien de jabón el estropajo o la toallita y dar dos o tres «restregadas» sobre cada uno de nuestros pies, completamente, principalmente entre cada dedo. Tampoco hay que exagerar hasta que salga sangre, pero si hay que sentir una buena presión sobre la piel de nuestros pies, procurando que se haga buena espuma, lo cual indica que el jabón está actuando con su acción detergente al máximo.

2. Enjuagarlos muy bien. Otro error a veces de muchas personas es no echar la suficiente agua sobre los pies una vez «restregados», dejando que simplemente el agua que nos echamos en la cabeza, tronco y zona genital, caiga y llegue a los pies. Si no se enjuagan bien los pies para evacuar lo que con el estropajo o toallita enjabonada se removió, estos gérmenes, bacterias, etc., se volverán a «pegar». Así que todo el trabajo hecho con la recomendación del punto anterior será en vano. Hay que enjuagarlos muy bien no sólo para evacuar con la ayuda del agua lo que fue removido con la acción «restregante», sino también para evitar resbalarnos en la ducha y/o cuando vamos a salir de la misma.

3. Secar muy pero muy bien los pies antes de colocar las medias. Otra de las causas de los malos olores en los pies, son la aparición de hongos y/o bacterias que requieren de un medio húmedo para su proliferación (multiplicación), y que más propicio para éstas que un medio oscuro, con poca ventilación y con humedad al no haber secado bien los pies (Claro que obviamente las medias y los zapatos deben estar muy secos igualmente). Así que usar otra toalla aparte para secar los pies es algo muy recomendado. Luego, estando sentados, «sacudirlos» moviendo las piernas de lado a lado en el aire. También se pueden ventilar con un ventilador (valga la redundancia) o con la misma toalla como si ésta fuera una especie de abanico. Cerciorarse de que estén bien secos antes de colocar la toalla. Ya cada quien decide si aplicar talco o mexsana, porque si se siguen bien estos tres pasos indicados, es realmente innecesaria, porque en los pies No hay ganglios linfáticos como si los hay por ejemplo en los sobacos o axilas. Las personas que ya tienen «pecueca» o que presentan un mal olor muy fuerte, después de haber realizado muy bien los tres pasos anteriores, podrían untar dos algodones con alcohol, y pasar cada uno por cada pie para ayudar a eliminar bacterias que puedan causar este olor intenso y desagradable. Luego «resecar» cada pie antes de agregar el talco y/o colocar las medias y los zapatos.

4. De ser necesario, bañarse o por lo menos aplicar todo lo anterior sobre los pies dos o tres veces en el día. Aplica principalmente para aquellas personas que ya tienen la famosa y molesta «pecueca» o un olor muy intenso y desagradable en los pies. A veces aunque en la mañana apliquemos lo mencionado en los tres puntos anteriores, debemos realizar muchas actividades a lo largo del día que generan mucho sudor y al mismo tiempo humedad en los pies que pueden aumentar el mal olor por la producción de bacterias y hongos, por lo cual es necesario (si se quiere erradicar la «pecueca»), en la mayoría de los casos, realizar un cambio de medias y calzado, o por lo menos de medias pero claro está habiendo realizado el aseo y secado previo sobre los pies. Aplica igualmente para antes de irse a dormir, más cuando no se puede dormir sin medias bien sea por el frío o por simple gusto.

5. Lavar muy bien las medias y el calzado (incluyendo las chanclas), y dejar que sequen muy bien y preferiblemente al sol. Esta recomendación es crucial porque si no se lleva a cabo, aún aplicando las anteriores no surtirán los efectos deseados, porque la clave está en evitar la humedad por parte y parte, es decir en los pies y en lo que vamos a vestir sobre ellos. De ser necesario, las personas que ya tienen «pecueca» podrían tener muy en cuenta la opción de comprar por lo menos medias nuevas, y si hay modo también calzado nuevo, incluyendo las «chanclas» o sandalias de estar en la casa.