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JESSICA HERNÁNDEZ: EL OTRO CASO

Jessica-Hernandez-la-otra-AguabaraJessica es otro caso más que evidencia, con el de Camila Abuara, que la salud no es un derecho fundamental sino un premeditado y criminal negocio contra las mujeres enfermas de cáncer en Colombia.

 

 Alejandro Arias

Santa Marta

primiciadiario.com

 

Los antecedentes del caso de Camila Abuabara y la forma como se expuso su situación, los múltiples errores y fallas evidenciadas en el sistema de salud y las reacciones de las autoridades nos invitaban a pensar que el sistema de salud pública daría un giro positivo en la mejora de la atención de este tipo de pacientes.

Pero la realidad muestra que la salud en nuestro país sigue siendo un negocio siniestro en el que los colombianos mueren irremediablemente cuando sus afecciones son graves y éstos no cuentan con la capacidad de visibilización necesaria para dejar de ser anónimos y políticamente convenientes a la hora de adoptar decisiones.

Jessica Johana Hernández Martínez es una mujer de 27 años, madre cabeza de familia de 3 niños de 7, 6, 1 año de edad, diagnosticada con leucemia mieloide crónica desde el 8 de octubre del 2011. Está afiliada como cotizante de la EPS Saludcoop y hoy literalmente muere suplicando la atención debida al primero de sus derechos fundamentales: la vida.

Su historia clínica revela una delirante cronología de negligencias y abusos.

El 9 de noviembre de 2011 el Juzgado Noveno Civil Municipal de Bucaramanga mediante fallo de tutela amparó los derechos fundamentales de Jessica y ordenó a Saludcoop EPS entregar de forma inmediata el medicamento “hidroxiurea de 500 mg” habida cuenta que bajo el prurito de no tener dicha droga Saludcoop EPS se negó a autorizar el suministro de la misma.

Cuando Saludcoop EPS quiso dar cumplimiento al fallo de tutela las circunstancias de Jessica habían empeorado y el 17 de noviembre del 2011 fue necesario modificar la prescripción médica por otra droga: dasatinib de 100 mg. Pero al igual que como la prescripción anterior Saludcoop EPS volvió a hacer burla respecto de su obligación de suministro de la medicina prescrita y el 12 de mayo del 2012 los médicos tratantes evidenciaron la progresión de la enfermedad.

El 05 de mayo del 2013 al ser valorada se tuvo que las condiciones de Jessica se agravan debido a que para la fecha cumplía cinco meses sin recibir el medicamento ordenado. Jessica además estaba embarazada.

El 21 de agosto del 2013 una Junta Médica Hemato-oncológica conceptuó la necesidad de desembarazar a Jessica para poder dar inicio a la quimioterapia, debido a que presentaba elevación progresiva de los leucocitos, asociado a calambres y alto riesgo fetal.

26 de agosto del 2013 Jessica, para entonces con 25 años de edad y embarazo de 32,4 semanas, reagudizada su situación debido a una leucocitosis severa más otras afecciones derivadas.

El 27 de agosto del 2013 es hospitalizada para presuntamente iniciarle tratamiento de quimioterapia oral a cuenta de que la leucemia mieloide pasó a fase crónica en progresión. Circunstancia que se mantiene hasta el 5 de septiembre de 2013, día en que se le practicó una cesárea.

7 de septiembre del 2013  la paciente con diagnóstico de leucemia mieloide crónica en puerperio inmediato, comenta que no tiene medicación en la casa por lo que se decide asumir el manejo por hematología e iniciar trámites para su entrega.

Marzo de 2014, cinco meses después de habérsele interrumpido el embarazo a Jessica,  ninguna de las quimioterapias anunciadas le fue practicada sin que Saludcoop EPS diera explicación alguna.

El 11 de julio del 2014 Jessica manifestó mareos, cefalea y crecimiento del bazo, entre otras afecciones. Así mismo denuncia cumplir tres meses sin recibir de Saludcoop EPS los medicamentos prescritos por los médicos tratantes.

Desde el 20 de enero del 2015 hasta el día de hoy en el cuerpo de Jessica persisten la sensación de distención abdominal y la pérdida de peso así como igualmente persiste en denunciar que Saludcoop EPS no le entrega los medicamentos prescritos en forma oportuna.

Jessica Hernández, una joven mujer santandereana que cada mañana renueva sus fuerzas para abrazar con esperanzas sus hijos y sacarlos adelante; renueva fuerzas para aferrarse al milagro de encontrar un trabajo en su condición de madre cabeza de familia y no deja de renovar sus fuerzas y fe para paliar contra una catastrófica enfermedad con la que pareciera, no el destino, sino su sistema de salud pública querer matarla.

Jessica es otro caso más que evidencia, con el de Camila Abuara, que la salud no es un derecho fundamental sino un premeditado y criminal negocio contra las mujeres enfermas de cáncer en Colombia.