Un periodista necesita por lo menos 10 años para ganarse los contratos adjudicados a dedo por la fiscalía general de la nación.  

Juan Dario Lara

Especial

Primicia Diario

Con profunda preocupación por los últimos acontecimiento que han sacudido nuestra noble profesión u oficio de periodistas , en los que – hemos guardado silencio , ( o quizás indiferencia ) , solicito se analice con la serenidad , pero con el juicio que amerita , la posición del C.P.B., otrora Primera Institución Gremial , en Junta Directiva, los siguientes hechos que empañan la imagen del periodismo colombiano:

 Los medios de comunicación ( prensa, radio, televisión , revistas y otras) se han erigido en los guardianes ó fiscales de la corrupción y otras inmoralidades en todos los niveles ,  gobernativo ,  político ,  legislativo ,  judicial ,  fuerzas armadas y  sociales , entre otros , confirmando ese bien respetado prestigio , hoy en duda .Veamos :

Que opina el CPB de lo publicado el domingo 13 de septiembre de 2015, en su página 6ª. Titulado «El Poder y la chequera del Fiscal General de la Nación» con el listado, fotografías, costo de los contratos y términos de ejecución, cuando se prepara en el Congreso de la República para la semana del 15 al 18 de septiembre, el gran debate al alto funcionario, que no creo, lo acepte…

Ahí, lo preocupante, son los nombres con sus fotografías de los tres periodistas con contratos entre 185 y 445 millones 788 mil pesos, según ese diario, que, afortunadamente, no son socios del C.P.B. pero empañan la imagen del periodismo que es la que se debe defender. Dividan esa cifra por el mísero salario que se paga a un periodista. Ellos lo ganan en tres meses. Un periodista necesita por lo menos 10 años para ganárselo.

Con qué argumento moral podemos criticar a los congresistas que se ganan 23 millones, si les servimos en «papaya» su defensa para desautorizarnos?

Qué pensarán cuando vean las gruesas sumas ganadas en 132 días…no van a decir ; fueron tres …sino generalizarán : los periodistas.

En una coyuntura tan dramática como la que registra el país por escándalos de esa envergadura, cómo queda la imagen de la prensa? Soy consciente que el periodista ó cualquier profesional, es libre de valorar sus conocimientos y talento y así fijar sus honorarios .Y si se le aceptan, pues no es su culpa, sino de la institución que le contrata .Pero, hasta dónde aceptar, si se tiene en cuenta el momento, la realidad del país y los escándalos por esas contrataciones que han sido denunciados por la propia prensa, No hay una contradicción? Como la señora Springer que, con la pluma critica esos contratos, pero ahora que los tiene con la fiscalía, dice que son privados y no puede revelarlos…

Qué clase de funcionario es , en ésta caso , el Fiscal…En qué desafuero incurre  que , teniendo un «Staff» de servidores  como «comunicadores» acude a periodistas externos , conocidos y amigos , para que  “ socialicen temas de impacto y muestren el trabajo de investigación que hace  ese ente? O asesoren para unas buenas relaciones con los medios de comunicación, como debe ser su misión?”  Entonces, que tan capacitados son los funcionarios de la oficina de prensa? Fueron nombrados por  «pagar favores» ó por ser simplemente egresados. Unos y otros, no, de una universidad?

Con esa actitud, se lesiona la moral periodística y el Fiscal incurre en desafuero , al pagar   periodistas externos para que hablen bien del trabajo de esa institución , cuando eso corresponde  a sus «comunicadores sociales» que tienen que cumplir con lo que se les ordena en todas las instituciones estatales .Cuando un periodista se retira de su ejercicio , puede dedicar su tiempo , si quiere , a ser , eso ,«comunicador social ». debate que ya comenzó  a darse al interior del CPB , a no ser que , ese «Comunicador Social – Periodista» haya ejercido mínimo tres años como reportero ó redactor , sea reconocido  y muestre su experiencia respaldada por  tres prestigiosos socios y medios , para pertenecer a la institución.

Me haría extenso. Pero qué pasó con el asesinato de la periodista del Huila y otros más; por qué tanto silencio con los casos de Venezuela, Ecuador, México, Bolivia y otros como el de «Jorge RAMOS con Donald Trump», que bien podríamos vivir en Colombia por nuestra falta de reacción como corresponde. Y otras más, sucedidas en la anterior asamblea de hace tres meses que se realizó y no se tomó decisión alguna frente a las delicadas denuncias…, Valdría la pena que la próxima asamblea se centrara en esas respuestas para poner la «casa en orden» y luego si hablar de los nuevos planes.

N. R: Comunicación dirigida al CPB