Mediante un comunicado el Gobierno Distrital lamentó la muerte del bombero Diego Fernando Castro Gálvez, quien sufría un estado de presión tras la muerte del niño Nicolás Quevedo Rizo, ocurrida en una piscina de la estación de bomberos en la localidad de Kennedy.
«La filtración de apartes de la investigación judicial y el prejuzgamiento por parte de algunos sectores, motivaron el estado depresivo del joven bombero, de 32 años de edad», sostiene el comunicado.