Las neveras son electrodomésticos que duran por varios años, por lo tanto no siempre el precio debe ser el factor decisivo, sino una serie de características en términos de tamaño y organización, así como de utilización eficiente de la energía.

Espacio – tamaño:

Piense qué tan grande necesita que sea su nevera de acuerdo con las características de su hogar y tome las medidas del espacio que tiene. Suena básico, pero es uno de los aspectos más importantes. Además del lugar donde instalará la nevera, debe conocer los espacios que requerirá para entrar a dicho lugar: ¿escaleras? ¿ascensores? ¿puertas? ¿cuáles son las medidas de esos espacios?

Capacidad neta vs. bruta

Es muy importante tener en cuenta la relación capacidad neta vs. capacidad bruta. Muchas veces las neveras tienen gran capacidad bruta, pero a la hora de medir el espacio interior incluyendo los compartimientos y cajones es muy reducido, porque no tienen una buena organización o distribución del espacio real de almacenamiento.

Presupuesto

Una vez determinado el tamaño máximo de la nevera que podrá escoger, es hora de analizar su presupuesto. Una nevera puede tener un costo desde cerca de $1.000.000 hasta $9.000.000, dependiendo de sus funciones, diseño y capacidad.

Distribución

Muchas veces no vemos los alimentos que almacenamos en la nevera y terminan desperdiciándose. Es recomendable buscar una nevera con bandejas deslizables que permiten alcanzar fácilmente los alimentos que se quedan en el fondo.

Otras funcionalidades

El dispensador de hielo y agua se ha convertido en una de las funciones más importantes de estos electrodomésticos por la comodidad que genera. En la actualidad los modelos son versátiles y permiten utilizar contenedores altos y vasos de distintos tamaños. Así mismo, las pantallas táctiles permiten seleccionar distintas opciones: agua, cubos de hielo o triturado.

Estilo

Encontramos tres categorías principales: congelador arriba, tipo francés (congelador abajo) y nevecón tradicional ‘lado a lado’. Las neveras con congelador superior son las favoritas de los jóvenes independientes, que hacen su primera compra debido a su costo y tamaño. En este caso se recomiendan las no frost por su practicidad en términos de mantenimiento y son mejores para el medio ambiente.

Para quienes tienen poco tiempo para ir al supermercado, las neveras con tecnologías que mantienen zonas de humedad óptimas de hasta 80%, son ideales, ya que permiten que los alimentos permanezcan frescos por más tiempo. Las frutas tienden a secarse y arrugarse con mucha facilidad en las neveras tradicionales, ya que el aire de estas es frío y seco.

El congelador abajo –tipo francés- es ideal si prefiere tener a su alcance los alimentos más frescos y ubicar los congelados, de menor uso, en la parte inferior.  En el mercado se encuentran modelos con diseños muy funcionales con compartimientos adicionales donde se puede seleccionar la temperatura deseada para alimentos delicados y para enfriar rápidamente bebidas y alimentos, si su reunión inicia sin planearse por ejemplo.

Pero si le parece más cómodo tener a un lado la nevera y al otro el congelador y tiene buen espacio, entonces lo ideal es un nevecón tradicional. Existen diferentes rangos de precio en esta categoría y diseños desde simples hasta sofisticados.