Catedral de Sal de Zipaquirá santuario con mucha fuerza atractiva turística, religiosa y arquitectónica
Hernán Durango
Un recorrido espiritual por la Catedral de Sal de Zipaquirá nos lleva a ampliar el conocimiento sobre nuestra patria colombiana y las bondades y destinos turísticos que conforman el realismo mágico del que tanto nos habló El Gabo.
La Catedral de Sal de Zipaquirá es un santuario con mucha fuerza atractiva turística, religiosa y arquitectónica. Allí se llega recorriendo en carro 50 minutos por la vía al norte de la capital colombiana. Es un destino que está incluido en el paquete turístico que Bogotá ofrece al mundo, y a decir verdad, no se queda atrás de otras maravillas turísticas del planeta.
En un viaje de hora y media a la profundidad de la montaña (180 metros bajo tierra) se puede admirar en una construcción de 8.500 metros cuadrados el viacrucis con las 14 estaciones que Jesucristo caminó hasta llegar a la cruz. La nave central, espejos de agua y esculturas. El domo en la entrada de la catedral, las imágenes labradas por maestros talladores en las paredes de sal y mármol de la caverna. También ofrecen juegos de luces, sala de teatro y la venta de artículos religiosos, obras y representaciones en sal y mármol En el área exterior están a la orden de los turistas el muro para escalar, artesanías y platos típicos en la Plazoleta de comidas.
La historia de la Catedral de sal data de una catedral antigua construida a partir del 7 de octubre de 1950 e inaugurada el 15 de agosto de 1954 en las antiguas galerías cavadas por los muiscas dos siglos antes. El portal Web (http://www.estudiocreativo.com/) señala que en 1932, Luis Ángel Arango tuvo la idea de construir una capilla subterránea llevado por la devoción que los obreros demostraban antes de iniciar su jornada de trabajo. Estos adornaban los socavones con imágenes religiosas de sus santos a los que pedían bendición y protección.
Comidas y bebidas
Al finalizar el largo recorrido es disfrutar bebidas y exquisitos platos de la región. Nos detuvimos para ello en la Plazoleta de las comidas en el restaurante Arepa’s World donde fuimos atendidos personalmente por su propietario Tulio Alberto Pizarro Aguilar, quien ofrece sus servicios desde hace varios años a los miles de turistas nacionales extranjeros y nacionales que visitan el lugar durante los 365 días del año. Señala don Tulio que con su empresa y su selecto equipo de colaboradores está en capacidad de atender simultáneamente hasta 300 personas sentadas en la plazoleta de comidas, para lo cual cuenta con los estándares de calidad de productos y la certificación por parte de los organismos competentes.
La ciudad de Zipaquirá es una de las más importantes del departamento de Cundinamarca, allí puede divisarse el Cerro del Zipa y la amplia meseta. Posee una altura de 2.652 metros sobre el nivel del mar y una temperatura agradable de 14ºC. Es un emporio agrícola, ganadero y minero, centro industrial, educacional, cultural y turístico de la región central del país.