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A LA RADIO LLEGUE CASI POR NAUFRAGIO

naufragioA la radio llegue casi por naufragio (parafraseando a Pacu Mir), en un período en que me fascinaba el universo de la ciencia ficción. No sabía que elegía, a decir del Premio Nóbel de literatura en 1982,  Gabriel García Márquez, «el mejor oficio del mundo».

 

 

 

 

 

Texto y fotos

Lázaro David Najarro Pujol

Camagüey, Cuba.

 

La provincia una vez más está inmersa en la selección de programas con vista  al Festival Nacional de la Radio y decenas de hacedores de este medio de comunicación intercambiarán en el municipio de Santa Cruz del Sur (del 19 al 21 de mayo), sobre las mejores formas de llegar con creatividad a los oyentes.

Los radialistas en Camagüey llegan al evento con un grupo de propuestas seleccionadas por un jurado diverso que definió los premios no solo en la realización radiofónica sino también en página web, blog personal y redes sociales.

Y como di los primeros pasos en el periodismo precisamente en la emisora Radio Santa Cruz, sede del Festival Provincial vienen a mi memoria recuerdos imborrables de ese terruño del sur de Camagüey, a unos 80 kilómetros de la Ciudad de los Tinajones.

A la radio llegue casi por naufragio (parafraseando a Pacu Mir), en un período en que me fascinaba el universo de la ciencia ficción. No sabía que elegía, a decir del Premio Nóbel de literatura en 1982,  Gabriel García Márquez, «el mejor oficio del mundo».

En mi etapa de estudiante de marinería, en La Habana del Este, había leído, en mayo de 1968, en el periódico Granma, una reseña sobre la inauguración, en el municipio camagüeyano de Santa Cruz del Sur, de la emisora Primero de mayo, en el contexto de las festividades por el Día Internacional de los Trabajadores.

¿La nota ejerció alguna influencia para la decisión posterior de dedicarme al mundo del periodismo?  Pudo en alguna medida llamar mi atención ese novedoso acontecimiento tecnológico  local. Pero nunca imaginé que tres años después formaría parte de ese colectivo, como corresponsal del movimiento obrero y juvenil. Y tal como es la vida y el desarrollo del ser humano, lo infinito se abre ante ella, como me dijo una vez la colega Esther Borges Moya.

En la radio comunitaria es necesario aprender de todo, desde escribir un libreto  y operar una consola, hasta hablar por el micrófono. Muchas veces, en una primera etapa,  hasta las dos últimas funciones al mismo tiempo.

Mi incursión al mundo del periodismo, como expliqué, fue por el azar de la vida… Una mañana de septiembre de 1971, José del Risco Martínez, entonces administrador del frigorífico del Combinado Pesquero santacruceño, me pidió que me incorporara al movimiento de corresponsales.

Desde esa fecha, jamás dejé de escribir noticias, tanto para la radio,  como para los periódicos.

De una forma empírica desempeñaba el oficio de reportero-radiofónico que combinaba con el de la refrigeración y los estudios en la Facultad Obrera , pero sin una noción de lo que era la radio y muchos menos el periodismo. La vida me ha demostrado con creces, que la gente de la radio comunitaria es por lo general solidaria y entusiasta. Era una época muy difícil, con muy limitada bibliografía sobre periodismo, y ninguna sobre radio.

En honor a los fundadores y los actuales radialistas de la emisora que me abrieron el camino en el periodismo radiofónico, que me formaron en la profesión, y como persona, les dedicaré unas pocas líneas.

En una segunda etapa fue la única emisora en Cuba completamente integrada por mujeres y, a raíz del desarrollo en la Mayor de las Antillas del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes (1978), fui quien rompió con esa estructura laboral.  A partir de ahí Radio Santa Cruz se acogió a un colectivo mixto.

Los radialistas de esa época eran como una familia: aprendí mucho de todos, aunque no se desenvolvían, aparentemente,  en el campo de periodismo: Romelio Cruz Victoria, (apasionado y exigente directivo); Caridad Hernández, la inquieta escritora-locutora; Nilda Sotolongo Castellanos, la inconforme, pero laboriosa; Sara Águila Muñiz, jaranera y amiga de la fiesta y de su cabina de audio; Adelfa Valdés Hernández, locutora que siempre esconde su edad y Deysi Alcalá Mojena, hábil con aquellas grabadoras, rápida al andar y una de las más prestigiosas realizadoras de sonido en Camagüey.

Cuando aún no tenían edad laboral aquellas muchachitas, casi niñas, se adueñaron de la radio. Con justicia siempre reconocí que Deysi, que sigue allí, era mis manos y Adelfa, mi voz. En la realización de mis intentos del periodismo radiofónico, nos convertimos en una perfecta trilogía.

La mayoría de los iniciadores ya no están en radio Santa Cruz. Pero en este nuevo siglo, los actuales radialistas se han dejado apasionar por las nuevas tecnologías.  Es así como dice Esther Borges «…ven en la Gran Red , sitio inexplorado para ellos, pero lleno de posibilidades de llevar su entorno hasta personas que quizás ni sospechen la existencia de este pueblito, famoso en Cuba por su producción de langosta, camarón de cultivo, la producción azucarera y de frutales, y por haber sido destruido en 1932 por una marea de tormenta que prácticamente extinguió su vida.»

Aún después de graduado en 1983 como licenciado, mis conocimientos de periodismo y realización radiofónicos eran limitados. En Radio Santa Cruz me formé como reportero radial, pero debo reconocer que Radio Caribe (Isla de la Juventud ), me dio la oportunidad de experimentar en los géneros periodísticos: el documental, la crónica… aunque a veces confundía la entrevista, con el reportaje. Hasta los propios analistas de la información radial (1984) andaban por rumbos equivocados en los conceptos de géneros radiofónicos e imponían sus criterios en las visitas de análisis de la programación informativa.

Lo que pensaba que era un reportaje es lo que, la doctora Miriam Rodríguez, define como retrato… No estaba tan alejado de la realidad: ¿qué diferencia existe, desde el punto de vista de realización, entre el retrato y el reportaje? Muy pocas. La diferencia está en la estructura.

Desde entonces comencé realmente a investigar sobre los géneros radiofónicos. En la década del 80 obtuve importantes premios: Sol de Cuba, Primero de Mayo, la mención en el 26 de Julio y la Mención del Gran Premio y el Primer Premio en documental en el Festival Nacional de la Radio , 1991.

Una buena realización radial es consecuencia de una labor de búsqueda, investigación, de  edición, de grabaciones y selección de sonidos objetivos y subjetivos. Después intervienen el realizador de sonido y el locutor.

Un premio en la radio no es solo fruto del guionista-periodista.  La calidad del producto radiofónico depende de todo un equipo, de un proceso, que parte, reitero, de la investigación, selección y presentación del producto radiofónico. El trabajo de la radio es colectivo.

Algunos teóricos locales empíricos no coinciden conmigo sobre la realización de los géneros radiofónicos. Se estancaron en una época. Es asunto de conceptos. Generalmente por el desconocimiento de lo teórico se resisten a lo nuevo, como apunta Raúl Garcés, a «…una transformación radical en los discursos narrativos del medio…»

Un escenario propicio para hacer radio está en las emisoras locales dónde se incursionan en todos los campos. Pero en el caso de Cuba a la radio municipal no pueden ir personas improvisadas y sin conocimiento teórico, sin formación académica. Ello no entra en contradicción con las funciones de este tipo de medio: abrir espacios de participación a la comunidad y que la programación refleje sus intereses y necesidades, que sea el medio de las masas.

En la década del 90 regresé a Santa Cruz del Sur y me hice cargo del programa Hombres del mar, espacio que estuvo a punto de desaparecer de la programación radial en el sur de Camagüey. Con el apoyo del equipo metodológico de la Dirección Provincial de Radio, llevamos a cabo una investigación que demostró que los trabajadores de la pesca abogaban por la existencia de ese programa, pero con contenidos que reflejaran los intereses del universo marino. Surgió entonces Hombres de sol y salitre, que aún se mantiene en el aire.

Es justo reconocer que mi estancia en la Universidad de Camagüey me incentivó a continuar investigando sobre nuevos conceptos del periodismo y la realización radiofónicos. Pude actualizarme en el uso las técnicas de investigación bibliográfica y documental. Me permitió acceder a prestigiosas publicaciones y a  bibliografías vitales para la compilación.

Del periodismo de investigación realizado en la radio camagüeyana han surgido mis primeros cuatro libros publicados:Emboscada, de la serie documental La herradura de la muerte; Tiro de gracia, de la serie testimonial del mismo nombre y Sueños y turbonadas, de la serie histórica dramatizada Huellas de amor y tristeza… todas ellas premiadas en festivales nacionales de la radio (entre los galardones, el Gran premio de la Radio Cubana ).

Consideramos que el estudio del periodismo y realización radiofónicos en las escuelas de Periodismo, Comunicación Social y de Cine, Radio y Televisión, debe responder a un sistema de conocimientos y sabiduría que prepare a un profesional altamente calificado.

Y de las experiencias surgió el Manual teórico-práctico de Periodismo y realización radiofónicos en el que pretendo estimular la búsqueda de ese nuevo discurso periodístico que satisfaga las necesidades informativas de la radio audiencia. He tratado de recoger ampliamente los principales contenidos de las asignaturas de Periodismo radiofónico y la Realización radial  y valorar el espacio que ocupa la radio dentro del sistema de Medios de Comunicación Masiva.

No me limito a sugerir las habilidades y técnicas de edición y montaje y los recursos del periodismo del medio, sino que también analizo las fuentes informativas, la Carta de Estilo y el guión como antesala de una eficaz realización radial.

En el manual reflejo las tendencias contemporáneas de la radiodifusión, qué representa para los diferentes sectores sociales: alcance, potencialidades del servicio comunitario de radiodifusión. Además, refiero los retos de crecer a la par con la presencia de las nuevas tecnologías puestas en manos de creadores.

A partir de la convicción de que es necesario situar a la radio en el lugar que le corresponde sustento que, el estudiante, (y también el profesional activo), está ante el reto de reflejar correctamente, y de una forma novedosa, los sucesos cotidianos, contar los hechos y fenómenos del mundo que nos rodea y transmitir los conocimientos necesarios a los oyentes.

Defiendo la hipótesis de que la radio está en condiciones magnificas para lograr su perpetuidad, pero eso es posible si somos capaces de convertir la información en arte a través de los sonidos. Por esa razón con este texto pretendo no estimular facilismos, ni nocivos, viejos y arraigados vicios y tendencias negativas en el periodismo que, en mi opinión, pueden favorecer igualmente la Apocalipsis de la radiodifusión.

Cuando una nueva tecnología de comunicación aparece, no desplaza las precedentes, sino que la potencia, siempre y cuando se ponga en evidencia la creatividad de los profesionales.

Manual teórico-práctico de Periodismo y realización radiofónicos es la modesta experiencia de más de 30 años de trabajo en el medio y, la compilación de conocimientos, que deseo transmitir a los estudiantes y al resto de los profesionales de este Medio de Comunicación Masiva. Si algún aspecto ha quedado excluido, ha sido por la complejidad y diversidad de temas incorporados a los programas de estudio de la radiodifusión.

El maestro de muchas generaciones de periodistas Ernesto Vera, fallecido, tuvo la gentiliza de leer las más de 300 página del aquel proyecto de libre en una segunda versión, porque la editorial Pablo de la Torriente Brau habia editado un pequeño texto: Nuevo Periodismo Radiofónico.

Y Vera reflexionaba sobre la nueva propuesta publicada por la editorial argentina Elaleph.com en marzo 2010:

«Lo más acertado del autor es la claridad que muestra cuando enfatiza en el factor decisivo de la creatividad del periodista para hacer elevar la comunicación que debe alcanzar el medio, meta que apoyada por las nuevas tecnologías, está en la acción del profesional de la prensa.

“Internet hace posible que la visión que logra el sonido sea más completa, sin límites de alcance también en la esfera internacional. Pero ello está en la profesionalidad, en el espíritu investigativo, en tener profunda conciencia de la elevada misión del periodismo que exige nuestra sociedad. Esas condiciones y el ejercicio de la profesión de manera consecuente determinan la comunicación deseada y necesaria en el socialismo.

«Testigo incómodo, al que se le considera subversivo en el capitalismo, es el que deja de serlo y dignifica la profesión en cualquier sociedad justa y expresa sobre todo la conciencia, el deber, la obligación de su hacer con la nuestra.

«Apasionado de la radio, el colega Lázaro David Najarro Pujol, nos demuestra de forma convincente que no basta la voluntad si se carece de la capacidad técnica y ofrece ejemplos de cómo la verdadera comunicación tiene como base la identidad entre el mensaje y el destinatario. Es saber llegar con el discurso radial respetuoso de la realidad social del oyente y de su capacidad inteligente. De lo contrario sería una comunicación no periodística, incapaz de rebasar la difusión o la publicidad.

«Lo más importante de la capacidad de ver mediante el sonido reside en que ello pasa por la imaginación y así contribuye a ejercitar el instrumento más valioso del ser humano para todo en la vida. Y esa es una de las virtudes de la radio, no compartida en su profundo alcance con los otros medios». (Fuente Camaguebaxcuba, Blog del Periodista y Escritor Lázaro David Najarro Pujol)

Santa Cruz del Sur será nuevamente sede del Fstival  Provincial de la Radio (1)Santa Cruz del Sur será nuevamente sede del Festival Provincial de la Radio.