Internacional, TOP

Siboney: UN CENTRAL AZUCARERO EN TIERRA DE NEGROS LIBRES

Batey del centrala SiboneyBatey del central  Siboney

 

Texto y fotos

Lázaro David Najarro Pujol

Camagüey. Cuba

 

Los  trabajadores del central Siboney, del  municipio de Sibanicú, uno de los ingenios más eficientes del país,  distinguen por ser abanderados de la calidad, cumplidores de los programas de producción del grano y defensores de las tradiciones azucareras cubanas.

Consta que el 8 de diciembre de 1902 comienza la construcción de las primeras viviendas del batey «las cuales eran de madera, salidas de la zona donde había  inmensos recursos maderables en bosques».

Es el único central de la provincia que conserva su nombre original, según se refleja en la síntesis histórica de la industria, en la que se asegura que «era propiedad de la empresa Central Siboney Camaguey S.A., y que poseía unas 129 caballerías de tierra, dedicabas al cultivo de la caña para abastecer el ingenio».

«La historia de nuestra empresa comienza cuando los hermanos Maduro, de origen español y el señor Ismael Marchena de procedencia de las Antillas Holandesas adquirieron los terrenos conocidos por la faja de tierra de los negros libres.

«La adquisición de estos terrenos  trajo como consecuencia el desalojo de algunos vecinos  del lugar, tales como Cadenas que poseía una  fonda y fue expulsado por los nuevos dueños de la tierra,  lo cual dio origen a una batalla   judicial que como es de suponer la ganaron los más ricos».

«Estos tres hermanos españoles (los Maduros) se presentaron tan pocas veces en el central que nadie los recuerda por sus nombres de pila». La adquisición   de estas tierras tiene lugar en el año 1922, bajo el desgobierno de Alfredo Zayas Alfonso.

En su presidencia se «alentaron a los capitalistas extranjeros a invertir en las ramas fundamentales de nuestra economía, los centrales azucareros, los bancos, ferrocarriles, minería y la industria eléctrica y telefónica, que tanto y también explotaron a nuestra patria hasta el triunfo de la insurrección que puso fin a estos explotadores con la llegada al poder de la clase obrera dirigida por nuestro máximo líder Fidel Castro”.

«El nombre de estas tierras ( la faja de tierra de los negros libres) es posible que se deba a que cuando se firmó el mal  dado Pacto del zanjón  el 10 de febrero de 1878, a 12 km de este lugar en las condiciones estipuladas, una de ellas establecía la libertad para los esclavos que habían participado como combatientes en la guerra de los diez años».

A esos esclavos «el capitán general  de la Isla de Cuba:  Arsenio Martínez Campos, decidió otorgar como merced del Rey a los esclavos libertados, estas tierras que eran realengos, pues nosotros  no hemos podido hallar esa denominación en ningún documento».

«El Pacto del Zanjón, dejaba sin efecto entre tantas otros anhelos frustrados, después de las perdidas de cuantiosas vidas humanas y grandes fortunas, la más hermosa y humanitaria de todas las leyes que se han firmado, es decir, la abolición de la esclavitud, ley esta que se firmó en Sibanicú, el día 26 de febrero de 1869, siendo rubricada por Ignacio Agramonte y Loynaz, Francisco Sánchez Betancourt, Salvador Cisneros Betancourt, Antonio Zambrana Vázquez y Eduardo Agramontés Piña».

EL SIBONEY, CATORCE AÑOS CONSECUTIVOS A LA VANGUARDIA

La joven ingeniera industrial Sulima Estrada Sánchez, jefe de Grupo de Contabilidad y Fianzas, afirmó que durante 14 años consecutivos la fábrica cumple los planes de producción y con eficiencia.

La mayor molienda, según constan en los registros, se alcanzó en la zafra de 1970 al totalizar 31 mil 541,30  toneladas en 205 días de labores, etapa en la que el país se disponía obtener 10 millones de toneladas de azúcar.

En 1980, la fábrica sobrepasó las 26 mil 142 toneladas en 183 jornadas, mientras que  en 1992, en pleno Periodo Especial (crisis económica cubana),  logró computar en 195 días 25 mil 549. En tanto 2000 la industria aportaba 24  mil 601 toneladas en solo 150 días.

La también  master en ciencias precisó que la cadena de cumplimientos no se detiene. En la zafra 2014-2015 el Siboney estuvo entre los diez ingenios más destacados de Cuba, en un periodo en que cerca de 50 ingenios participaron en las operaciones fabriles.

En esa contienda se entregaron más de 21 mil toneladas, con un rendimiento de 10, 61, de 10,50 planificado y un recobrado industrial de casi el 85 por ciento.

La especialista abundó que aunque al Siboney, con una capacidad potencial de procesamiento de caña de mil 840 toneladas diarias, aunque se le  miden aspectos que no son de la responsabilidad del colectivo, se mantiene en la avanzada en el país.

Este ingenio que inició su primera zafra en diciembre de 1925, se caracteriza por la amplia gama de especialidades. Sus obreros, técnicos, ingenieros químicos, industriales, y eléctricos, entre otras ramas del saber.

Previo a la arrancada de la compleja maquinaria, ajustaron la técnica de las áreas de fabricación, concentración, la modernizada báscula digital, los molinos, generación de vapor, la generación de electricidad y almacenamiento de azúcar en saco.

Sulima Estrada Sánchez destacó que el central diferencia por su eficiencia industrial y la alta calidad de la azúcar destinada al mercado nacional e internacional.

REPETIR LA HAZAÑA , OBJETIVO DE SUS PROTAGONISTAS

El Siboney, que inició la molienda el 20 de diciembre del año pasado, se incorporó nuevamente al pelotón de centrales cumplidores en la zafra chica al superar las mil trescientas toneladas, más de 100 por encima del programa. Ahora el colectivo  se dispone sobrepasar este año las 19 mil 497 toneladas de azúcar previstas para una vez más incluirse en la avanzada cubana en la producción del grano.

El director general del ingenio, Félix Cambas Armendáriz, expuso que todas las condiciones están creadas para sobrepasar las 19 mil toneladas previstas en la zafra 2015-2016.

El técnico Eydi Hernández Viera, está convencido de que una vez más el Siboney estará en la lista de cumplidores en la producción azucarera cubana. Es el responsable del análisis del agua que alimenta las calderas de esta fábrica. «Con esos exámenes, acuñó, se puede detectar la introducción de granos a las calderas. Si ocurre eso se contamina la caldera y se requiere de un nuevo tratamiento al líquido».

«Un error en esta área podría detener el proceso de producción de este pequeño pero eficiente ingenio»,  apuntó.

Calixto Veitia Hernández, jefe de la plata eléctrica, un puesto clave en esta industria Vanguardia Nacional del sector, apuntó que laboran denodadamente para cumplir en la segunda etapa de la zafra azucarera.

«Los obreros estamos haciendo lo que nos corresponde. Cada quien en su área lo que permite del cumplimiento del proceso de fabricación de azúcar y actualmente estamos comercializando la miel y el bagazo como producto derivado» anunció.

En el proceso de fabricación de azúcar el desempeño y la habilidad del  auxiliar de tacho, el joven obrero Yuniski Zaragoza, es asimismo muy importante al poner en prácticas las indicaciones del puntista. Zaragoza vela y  determina el tamaño adecuado del grano antes de llegar a los cristalizadores y las centrifugas donde concluye el proceso de elaboración. «De la efectividad de mi trabajo depende el incremento de la producción de azúcar en mi turno»

Los 380 trabajadores del central Siboney, herederos de una tradición azucarera cubana, están en condiciones de que una vez más sobrepasarán los programas previstos para la zafra 2015-2016  que finalizará en los primeros días del mes de abril.

Con ese propósito, enfatizó Cambas Armendáriz, se disponen mantener la eficiencia industrial, al igual que conservar el bajo índice de roturas y reducir al máximo las interrupciones operativas.

BasculadorBasculadoCentral azucarero Siboney en Sibanicú, CamagüeyCentral azucarero Siboney en Sibanicú, CamagüeyEn almacen de azucar central Ssiobney, SibanicuEn almácen de azuúcar central Siobney, SibanicuEn interior del central SiboneyEn interior del central SiboneyLa joven ingeniera industrial Sulima Estrada Sánchez  intercambia con uno de los obrerosLa joven ingeniera industrial Sulima Estrada Sánchez intercambia con uno de los obrerosProceso de fabricaciónProceso de fabricación