Los más diversos sectores sociales se congregaron para marchar en Tumaco en respaldo al proceso de paz.- Foto: José Gabriel Aranzales.
José Gabriel Aranzales
Especial
Unas siete mil personas se movilizaron por las principales calles del municipio de Tumaco, Nariño, para respaldar el proceso de paz que actualmente adelantan las FARC EP y el Gobierno colombiano y para celebrar el reciente Acuerdo Especial al que llegaron las partes.
Las comunidades indígenas, campesinas y afrodescendientes que asistieron a la movilización expresaron que apoyan todas las iniciativas de paz entre el Gobierno y las insurgencias, pero hicieron énfasis en que esa paz deberá llegar con cambios sustanciales que superen el conflicto social que persiste.
En el marco de la concentración, algunos líderes de las organizaciones expresaron su preocupación por el fortalecimiento del paramilitarismo, que ha ocasionado la muerte de 36 líderes sociales desde noviembre de 2015 hasta la fecha.
Víctor Dawe, miembro del Consejo Comunitario del Río Mira, sostuvo que «estos grupos llegaron a la zona a ejercer control territorial, a asesinar, a intimidar y a acusar de guerrilleros a los líderes que reclaman al Gobierno por las necesidades básicas insatisfechas».
Agregó que «la presencia paramilitar de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia ha sido denunciado en reiteradas ocasiones a la Fuerza Pública, a los organismos de control y a las instituciones civiles, sin que haya habido alguna respuesta»
Según Víctor Quiñonez, presidente del Comité de Paz del barrio Panamá, en el año 2013 el grupo paramilitar Los Rastrojos hizo presencia en los barrios más vulnerables de la localidad de Tumaco para «cobrar impuestos a los pequeños comerciantes, ejercer control territorial y reclutar jóvenes».
Sin embargo, «gracias a la unión de la comunidad y un ejercicio de resistencia popular se logró expulsar de los barrios a estos grupos que sembraron el terror durante mucho tiempo, pero que han vuelto a parecer», aseguró Quiñonez.
Los dirigentes populares sostuvieron que «la violación a los derechos humanos por parte de la Fuerza Pública ha sido constante a través de maltratos, retenciones ilegales y acusaciones de ser guerrilleros».
La movilización también sirvió para visibilizar la falta de garantías en la materialización de derechos sociales como la salud, el trabajo digno y la educación. «Estamos en mayo y esta es la hora que en los corregimientos aledaños al río Mira no tenemos un solo docente para las escuelas de la zona», afirmó Marcela Díaz, líder del corregimiento Los Robles.
La lugareña dijo que no entiende «cómo Tumaco, según el Gobierno Nacional, está proyectado como el municipio más educado del Pacífico y las escuelas no tienen ni docentes».
La marcha por la paz culminó con una gran concentración en la plaza central de este municipio y presentaciones artísticas que le dieron paso a diversas intervenciones de líderes sociales, quienes denunciaron el reagrupamiento de los grupos paramilitares, el abandono estatal y expresaron su apoyo al proceso de paz de La Habana.
