El gobierno de Burundi no está comunicando información basada en hechos sobre la pandemia de Covid-19 e impide que los médicos y enfermeras respondan de manera adecuada.La respuesta del gobierno está alimentando el miedo y los rumores sobre la propagación de la enfermedad.La corrupción y la politiquería en ese país es el resultado de la miseria impuesta por una clase dirigente que vive con los recursos de su pueblo.