Con una presentación de smoking, con elegancia de artista, de Las Vegas o de los casinos europeos Gustavo Lorgia, le han visto los televidentes desde hace más de 30 años.
Guillermo Romero Salamanca
Hasta el momento había sido posible encerrarlo, había abierto los candados más poderosos y se había desatado de pesadas cadenas en sus espectáculos de magia. Pero ahora, permanece en cuarentena obligada, recorriendo su apartamento de un lado a otro. A veces ve televisión y a ratos juega solitario con sus cartas. Gana, eso sí, todas las partidas.
Mira su internet. Repasa sus proyectos estancados. Hace unas cuantas llamadas y práctica algunos de sus trucos. Siempre habrá uno pendiente.
Pero este encierro le ha dado para experimentar en una nueva tarea: cocinar. Como por arte de magia debe romper dos huevos, batirlos y oh, ¡sorpresa!, hacer una tortilla. Antes dos personas estaban pendientes de esta labor, pero ahora hay un virus que lo ha llevado a un toque de queda.
Pero también está experimentando con pastas, frituras, ensaladas, arroces y hasta consomés.
Gustavo Lorgia es sinónimo de magia. El país lo recuerda desde sus trabajos al lado de Pacheco, Jota Mario Valencia o en el Festival Internacional del Humor. Se le ha visto barajar cartas, aparecer y desaparecer palomas o conejos, o «partir» en varios trozos a su asistente.
Con una presentación de smoking, con elegancia de artista de Las Vegas o de los casinos europeos le han visto los televidentes desde hace más de 30 años.
En su casa tiene fotos en los grandes escenarios y con personalidades como el mismísimo Sha de Irán, Aristóteles, Rockefeller o presidentes, intelectuales, escritores o artistas del canto o la actuación.
Es difícil encontrar quieto a un mago, pero ahora está pensativo. Esto del Covid-19 lo ha desconcertado. Lo tiene reflexivo y analítico.
«Me gustaría que se acabara este virus como por arte de magia, pero los magos en esta coyuntura son los gobiernos y ellos tienen la responsabilidad invertir en políticas sociales y de salud», dice.
«El tema es que los humanos tenemos mala memoria. Estas pandemias ocurren cada 100 años aproximadamente. El doctor catalán Jacme d’Agramont realizó varias investigaciones en el año 1348 y descubrió que el remedio perfecto es confinamiento de la gente, guardarnos. ¿Qué más magia que está? Desaparecernos de la calle», agrega.
–¿En qué pensó cuando inició esta cuarentena?
–Evidentemente lo económico es preocupante, pero con el paso de los días te vas dando cuenta que la prioridad es la vida
Veo televisión internacional y las noticias de China, hace unos meses, eran crueles, pero la verdad no imaginé que golpeara tanto a Italia y España y lo que nos espera a nosotros, ya veremos, ojalá no nos golpee tanto.
Yo por fortuna tengo suficiente dinero hasta el día que muera, siempre y cuando sea mañana.
–¿Qué lo ha puesto a pensar el Coronavirus?
–Que no hay diferencias sociales, todos valemos lo mismo, en estas circunstancias las clases sociales son una sola y bien frágiles. Me preocupa el bienestar de mi familia y amigos.
–¿Qué traerá de nuevo esta enfermedad?
–Unidad, solidaridad y colectividad. Este virus nos recuerda que no estamos solos, ni por encima de la naturaleza, es más importante ser conscientes del medio ambiente, del cuidado propio y de los demás, sobrevivimos de manera colectiva y no individual.
Nos enseñó a que es más importante preocuparnos por la ciencia y no por monstruos como las guerras y la soberbia por el poder.
Nos invita a estar preparados para la próxima pandemia cuando el plástico ahogue el mundo.
–¿Cómo distribuye ahora su día?
–Normalmente como productor y artista vivo en reuniones de proyectos, ensayos, organizando agenda, pero ahora estoy guardado en mi casa, solo, acompañado de lectura, buena música, televisión, ensayos, Facebook, a la cocina le dedicó buen tiempo, lo que nunca hacía ya que tenía dos personas en mi casa que me consentía, pero bueno esta es la vida, nos estamos dando cuenta que tenemos que ser toderos.
Ah y entrenando todos los animales y bestias que tengo dentro de mí.
–¿En qué proyecto está trabajando ahora?
–La verdad con esta inestabilidad mundial es muy complicado, en marzo estaría en España, en abril en la temporada del mes del niño y shows pedagógicos, hice una gran inversión para el montaje de estos eventos en dólares, pero se me van a desaparecer, esto no le puede pasar a un mago.
Estaré trabajando en proyectos educativos de magia –offline y online–, en las charlas que realizo alrededor de magia y Medicina, y, en una próxima edición de la Caja Mágica.
–¿Cómo cambiará la Inteligencia Artificial y la robótica a la magia?
–La tecnología es fundamental, actualmente se están desarrollando muchos juegos que la utilizan.
Los magos siempre estamos en busca de las novedades para sorprender nuestros espectadores, los magos han sido inventores de grandes cosas que han cambiado el mundo, por ejemplo, el cine. Sus inventores fueron los Hermanos Lumiere que eran magos franceses en compañía de George Melies, también mago, quien lo industrializó.
–¿Qué nuevos retos tiene la magia?
–Por ahora hay un reto muy grande y es el tema económico, durante esta cuarentena es muy importante que el gobierno apoye a los artistas que trabajamos en espectáculos públicos.
–¿Qué nuevos magos le han desconcertado por su trabajo?
–Hoy tenemos una corriente de nueva magia y estilos, me sorprende la escuela coreana, la cartomagia española y en gran producción a Criss Angel en Estados Unidos.
— ¿Cuál cree que es el as que tienen bajo la manga los presidentes de Estados Unidos, Rusia y China?
–Toda la sociedad espera que se ponga por encima los derechos a la salud y la vida que los intereses políticos, esperamos que la unión y la inversión en estos aspectos sea su AS bajo la manga, debemos dejar de pensar de manera nacionalista, los presidentes deben pensar de manera global y articulada.
Los intereses son muy grandes, los árabes son de cuidado, la baja del precio del petróleo que tanto afecta a Colombia es por la lucha que mantienen con Rusia. Pero parece mentira que el dinero no lo soluciona todo, hoy el mundo está enfermo gravemente y todo por un enemigo invisible.
Vamos de la erosión al desplome del sistema.
–¿Sería capaz de comer sopa de murciélago?
–No, creo que este es un momento para reflexionar sobre el consumo masivo de carne animal que es perjudicial para el medio ambiente.
–¿Qué le impresionó de la homilía del Papa Francisco?
–Que la iglesia católica no haya anunciado donaciones a esta pandemia mundial. Las palabras del Papa Francisco son importantes e inteligentes, pero hizo falta este aspecto. A veces las manos que ayudan son más sagradas que los labios que rezan.
–¿El ilusionismo se debería de enseñar en las escuelas?
–Claro que sí, es una muy buena herramienta pedagógica que sirve para crear empatía con el alumno, como recurso polivalente, para desarrollar memoria y la creatividad, para mejorar la imagen del maestro. Es un medio para incentivar el conocimiento.
–¿Cómo desaparecer la pobreza en el mundo?
–Esta pandemia nos enseña que hay que cambiar el mundo económico actual. Se debe priorizar la salud, la ciencia y las políticas sociales, debe haber una manera más igualitaria de subsistir como especie humana, no todo puede estar centrado en la acumulación de capital.
La educación es vital, un pueblo educado es un pueblo que progresa.
–¿Cómo sería una varita mágica para terminar con las injusticias sociales?
–Una buena palabra mágica: Resiliencia. No hay una varita mágica, es tan solo compromiso de nuestros dirigentes. Buscar equidad en la distribución de riqueza y cultura.