Habitantes de la calles a su vez adultos mayores tienen que tomar riesgos para subsistir.
En el más reciente reporte de la Secretaría de Salud, del total de los casos positivos por COVID-19 en Bogotá, 50 corresponden a ciudadanos habitantes de calle que acudieron a la red pública de salud del Distrito, tras presentar síntomas respiratorios. Otras 25 personas de esta población, a quienes se les realizó la prueba y que también presentaban sintomatología, resultaron negativas.
14 de esos casos positivos se encuentran hospitalizados y los restantes permanecen en seguimiento epidemiológico especial.
Desde el inicio de la cuarentena, la Secretaría Distrital de Integración Social ha dispuesto unidades de aislamiento preventivo para la protección de poblaciones vulnerables en el marco de la pandemia. Así mismo, trabaja en conjunto con la Secretaría de Salud para identificar aquellos ciudadanos que cumplen criterio de caso para la aplicación de pruebas de COVID-19 como lo indica el lineamiento nacional: presencia de síntomas respiratorios o el contacto estrecho con personas que tienen el virus.
El criterio para la aplicación de pruebas en esta población es el mismo que se aplica para cualquier ciudadano. Sin embargo, en el marco de las estrategias de vigilancia epidemiológica se seguirán aplicando pruebas por parte de la Secretaría de Salud, priorizando las zonas de cuidado especial o aquellas de concentración de casos positivos. Así mismo, toda la red pública distrital está dispuesta para la atención de los casos que requieran cuidados hospitalarios.
El equipo territorial que acompaña a los habitantes de calle en la ciudad cumple los protocolos de seguridad, tales como el uso de elementos de protección personal para disminuir el riesgo de contagio. Mientras que los habitantes carecen de protección.
Gente que por falta de pago en el arriendo fueron desalojados de las viviendas y ahora se instalan en los parques y las vías públicas.