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En la ruta libertadora: UNA RODADITA POR BOYACÁ

Playa Blanca en la laguna La tota en el departamento de Boyacá.

 

 

Guillermo Romero Salamanca

Uno de los destinos que más acogida ha tenido en los últimos tiempos en Colombia es el llamado como “la ruta libertadora”, que recorre en buena parte la carrera emprendida por Simón Bolívar y sus tropas en 1819.

Con motivo de conmemorar los 200 años de las batallas que le dieron la independencia de España, Boyacá muestra aquellos sitios en donde se escribió la gesta libertadora, se pueden apreciar hoy los cambios, degustar los ofrecimientos culinarios de la actualidad y tomar las mejores fotografías con paisajes repletos de verdor y de distintos tonos de grises del cielo.

La Ruta Libertadora nace en Venezuela y atraviesa el país hasta Boyacá. Al final llega a Bogotá, lugar donde que Bolívar ingresó triunfante y con la independencia en la mano.

En el trayecto hay 28 poblaciones que vieron pasar a las tropas bolivarianas y les dieron resguardo durante las noches después de las duras batallas. Por esta razón hay varios circuitos que cubren la totalidad de esos pueblitos. Subirse en el auto o en el bus se convierte en una experiencia visual para admirar la variedad de escenarios.

Hacer ese recorrido llevaría varios días, incluso semanas, pero los turistas acogen unos más cortos que bien pueden efectuarse en dos días.

Tomando la Autopista Norte de Bogotá, rumbo a Sogamoso, se encuentra la primera parada en Ventaquemada, una pequeña población con variados paisajes y es considerado como el Pueblo de la Libertad y la Independencia, porque allí Bolívar, después de triunfar en el Puente de Boyacá, determinó sus siguientes pasos para llegar a la capital. En esta población se preparan, además, exquisitas arepas de maíz con queso.

La segunda parada es propiamente en el Puente de Boyacá. El extenso campo que lo rodea posee una serie de monumentos conmemorativos a los integrantes de las tropas de los Patriotas.

En la parte más alta del lugar se encuentra esta grandiosa obra, también llamada «Monumento Von Miller». Posee 18 metros de altura y en su remate aparece la figura del Libertador. Éste se halla sobre un bloque a hombros de cinco mujeres, que simbolizan las cinco repúblicas bolivarianas y empuña el pabellón Nacional apretandolo con el corazón.

Bajando la colina se encuentra la estatua en homenaje a Francisco de Paula Santander, ubicada en la Plaza de Banderas cerca del histórico Puente de Boyacá, al igual que el Obelisco, en homenaje a los libertadores.

El Arco del Triunfo fue construido en homenaje a todos los oficiales y soldados que participaron en la Campaña Libertadora de 1819, en su parte superior se encuentran tres rostros que simbolizan las tres razas que representan al pueblo colombiano: la indígena, la española y la africana.

La llama de la libertad se encuentra en la Plaza de Banderas con el fuego que arde de manera perpetua, pese a la hostilidad del clima.

AGUAS TERMALES

La ruta continúa con los paisajes boyacenses y las visitas a pequeños municipios como Soracá, Tuta, Sotaquirá y llegar a Paipa, donde las Aguas Termales son uno de los grandes atractivos de la ciudad. Además de ser fuente de entretenimiento, brindan grandes beneficios para la salud.
El Lago de Sochagota es el escenario de prácticas y campeonatos de esquí, de paseos, románticos, de ciclismo acuático y para los amantes de la pesca, rico en variedad carpa.

La iglesia principal de Paipa posee valiosas obras de arte de estilo colonial y es uno de los templos más hermosos en su género.

Dentro de Paipa se puede adelantar la Ruta Ranchería-Chorro Blanco que es una Reserva Natural ubicada a 13 kilómetros de la ciudad. Tiene una extensión de 800 Hectáreas y de allí proviene el agua que alimenta el sistema de acueducto y alcantarillado para la región.  Hay varios senderos que la atraviesan dada su extensión. Uno de los recorridos más ricos es el ascenso siguiendo el cauce de la quebrada Chorro Blanco, con su hermosa cascada de 10 metros de altura.

La Ruta Páramo-Cerro de la Muela Palermo está ubicado al norte del municipio, pequeño caserío en el cual habita una comunidad orgullosa del paisaje que los rodea a 38 kilómetros del casco urbano de Paipa por vía carreteable, se pueden observar numerosos grupos de robledales y la fauna y flora nativa.

Desde el Centro de Palermo hasta el Cerro de la muela es un recorrido exigente, con un ascenso fuerte y vertiginoso. Desde la cima del cerro se puede observar la cadena montañosa que separa Boyacá del Santander.

La hacienda El Salitre es una grandiosa casa colonial, joya de la arquitectura del siglo XVII, posee una hermosa capilla, plaza de toros y pintorescos balcones. Hoy es hospedería.

El Monumento al Pantano de Vargas está a 7 km del centro urbano. Allí se realizó la batalla del 25 de julio de 1819, decisiva pala independencia. Se erigió un Monumento Conmemorativo, obra del escultor Rodrigo Arenas Betancourt.

Paipa es conocida por productos típicos como la almojábana, el pan de yuca y otras delicias más.

Es considerado el municipio boyacense con mejor infraestructura hotelera del departamento y por su tranquilidad y ubicación es perfecto para buscar descanso y recreación, lo mismo que para la realización de congresos y seminarios.

Calles de Villa de Leyva. Capital mundial de los mochileros.