El Paraíso bajo la Especie de una Biblioteca en Mariquita

Mariquita es esparcimiento. Nos ofrece el balneario y cascadas del Río Medina, unas 20 caídas de agua  a lo largo de un sendero ecológico.La Laguna del Silencio es un humedal que  cuenta con una isla. Espacio propicio para la observación de aves.

Claudio Ochoa

Esta región fue el hábitat original de los Marquetones o Mariquitones, dominios del cacique Mariquita o Malchita. Es desde 1551 San Sebastián de Mariquita, o Mariquita, popularmente conocida así, nombre que le dieron los españoles en su fundación, hace 470 años. Población del norte del Tolima.

Aquí transcurrió parte de la Segunda Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada (la primera abarcó los reinos de Chile y Perú y la tercera lo que entonces era México e islas caribeñas), planeada y dirigida por el sabio José Celestino Mutis, animada por Real Cédula de Carlos III. Tarea que consiguió la descripción de casi tres mil especies y variedades de plantas, el dibujo de más de 5 mil de ellas. Honor que en parte correspondió a Mariquita, del cual atestiguan la Casa de los Pintores y la Casa Expedición Botánica de Mutis, esta última una casa del siglo XVIII, en la plaza principal de la población, en donde reposan réplicas de tales dibujos, la historia de la Ruta Mutis y un bosque que alberga multitud de plantas ornamentales y medicinales, en medio de un sendero hecho a base de piedra, destacándose higuerones, cauchos, heliconias, canelos, quinas y ficus, etc. Los originales de esta magna obra reposan en España.

En lo religioso y monumental, Mariquita tiene tesoros como la Ermita Señor de los Milagros, construcción barroca del siglo XVI, que alberga el Cristo Milagroso de los Caminantes (imagen que participó en la batalla de Lepanto), además de un escudo de Felipe II, en cuyo reinado se erigió. En su vecindad está el Museo Casa de la Moneda, que realmente no era tal, siendo su objetivo principal la fundición de oro, cuyos lingotes iban a parar a España. Aquí encontraremos túneles de la época colonial y unos pasadizos que nos comunican con el Convento de San Francisco. Otras joyas de la arquitectura colonial son la Casa de los Jesuitas, la Iglesia de San Sebastián, el Hostal Casa de los Virreyes y las ruinas de la Iglesia de Santa Lucía, vestigio de la que fuera Iglesia Convento de Santo Domingo, destruida por un terremoto en 1805, que posteriormente sirvió como paredón de fusilamiento durante la guerra de los mil días.

Importante lugar de encuentro para los mariquiteños fue y es su Plaza Mayor, construida a la usanza española por orden del Rey Felipe II. En 1915 le fue erigido un obelisco, en conmemoración de los 100 años de estatuido el Estado Soberano e Independiente de Mariquita (independiente de España, de Cundinamarca o de cualquier otro gobierno que no fuera elegido de manera legítima y popular). Este monumento fue construido con parte de las piedras de la que fuera vivienda de Gonzalo Jiménez de Quezada en este poblado. En 1988 fue plantada en esta Plaza Mayor una Ceiba, para recordar a las víctimas de la destrucción de Armero, en 1985.

Mariquita también es esparcimiento y ocio. Nos ofrece el balneario y cascadas del Río Medina, unas 20 caídas de agua que apreciamos caminando a lo largo de un sendero ecológico. Al final nos encontramos con una gigantesca piscina de agua natural y fresca. Otro escenario acuático lo tenemos en el Balneario Cancún, en el río Sucio, que nos permite el baile, la fiesta y el voleibol arena.

La Laguna del Silencio es un humedal que en su centro cuenta con una isla. Espacio propicio para la observación de aves, como guala de cabeza roja, martín pescador chico, comunera rabiblanca, carpintero habado, gavilán pollero, ermitaño carinegro y pellar común, entre muchas especies que allí y en la vecindad habitan. Diversidad de ranas y plantas como el corozo y la palma de vino.

Retornado al tema de la Segunda Expedición Botánica debemos recordar que Mariquita cuenta con un bosque húmedo y tropical, Patrimonio Cultural, Histórico y Ambiental del país, lo cual debe ser valorado en su real dimensión por nuestras entidades relacionadas, como sitio muy propicio para la enseñanza de la botánica y la biodiversidad, desde Colombia y para el mundo. En su Bosque Municipal, que está amenazado por la urbanización, hoy quedan algo más de 100 hectáreas que alberga a más de 150 especies nativas entre aves y micos, además de cientos de especies vegetales. Todos deben recibir protección por parte de las autoridades nacionales. En complemento, desde el Cerro de Santa Catalina Alto de la Santa Cruz es posible observar el valle del río Magdalena y algo del cañón del río Gualí.

Ojalá ProColombia incluya pronto a Mariquita en sus promociones internacionales. Destino ideal por su riqueza cultural e histórica, como ya vimos. Una temperatura promedio de 26 grados centígrados, que ofrece óptima seguridad, buenas carreteras desde Bogotá (175 kmts, vía La Vega) e Ibagué (120 kmts), agradables hoteles de 3 estrellas, la amabilidad de su gente (apenas unos 35 mil habitantes) y la posibilidad de  hacer en un día (o en dos o tres para mayor comodidad) la Ruta Mutis, cuyo trayecto incluye a : Honda, Mariquita, Falan, Guayabal-Armero, Ambalema, Alvarado, Ibagué, Buenos Aires, Payandé y Valle de San Juan, en donde encontraremos diversidad de recuerdos del Sabio y de su época.

Este sí es un verdadero destino cultural e histórico, que a diferencia de otros muy publicitados y subsidiados en nuestras costas Atlántica y Pacífica, aún está a salvo de la contaminación, de las excesivas tarifas, la sobrepoblación y la inseguridad. Recordemos que con base en mediciones hechas por Humboldt, el sabio Mutis determinó que Mariquita es el ombligo de Colombia…

Iglesia de la Ermita. Sector histórico Mariquita-Tolima. Foto: A Pulido-Villamarín.