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Quiebra: EL LLANTO DE COCODRILO DE AVIANCA

Avianca no ha sido solidaria y ahora se ha aprovechado de la situación, cobrando tarifas elevadas, sin control y todo el mundo le tiene miedo vigilar. Ahora implora la ayuda del gobierno.

 

 

 

 

Pedro Fuquen

Ahora, con la angustia de la cuarentena, todas las empresas salen a pedir auxilio, pero unas, ni siquiera son colombianas, como Avianca, que es de brasileños, norteamericanos y panameños, es la empresa con los servicios más costosos de la América Latina, con más problemas y reclamos.
Se les olvidó que botaron a la calle a doscientos pilotos y a más de dos mil personas, que trabajaban en las diferentes sedes, que denigró de los pilotos, de sus empleados colombianos y los maltrató, hasta donde pudo, por reclamar sus derechos.
Que cobran por todo, que toda la vida tuvieron protección del Estado y que les condonaron impuestos, ¿en razón de que? Y ahora menos.
El propietario mayoritario Germán Efromovich, es un extranjero que nos ha tratado a las patadas, que denigró de sus empleados colombianos que nos miró como lo peor y su entorno es similar.
Que no paga impuestos, contribuye en Panamá y en Brasil, que para unas cosas es, colombiana y para otra brasileña, o panameña, según el caso.
Que se adueñó de terrenos en muchos aeropuertos del país y no paga y demora los pagos, todo es de dominio público como la historia de los puentes aéreos de Bogotá, de Medellín y de Barranquilla.
Cuando la tragedia de la vía al llano los tiquetes, en un solo trayecto, llegaron al millón de pesos, cuál solidaridad. En otros eventos tampoco han mostrado su apoyo.
La relación con todo el sector del turismo, no es la mejor porque les impone muchas cosas, para sacarles más dinero y pagar unas comisiones miserables. Avianca no ha sido solidaria y ahora se ha aprovechado de la situación, cobrando tarifas elevadas, sin control y todo el mundo le tiene miedo vigilar..
Mientras, muchas empresas pequeñas y medianas, que no tienen cómo pagar nóminas, pero quieren subsistir, hechas con mucho esfuerzo, no reciben ayuda del Estado y ahora es cuando necesitan más apoyo por el creciente empleo que producen más. ¡Injusto no puede ser!

Avianca se olvidó  que botaron a la calle a doscientos pilotos y a más de dos mil personas, que trabajaban en las diferentes sedes, que denigró de los pilotos, de sus empleados colombianos y los maltrató, hasta donde pudo, por reclamar sus derechos. Ahora pretende la ayuda de los dineros de los colombianos.