El Rey Mohammed VI, un Rey moderno, ambicioso y visionario, ha trabajado para instituir, acelerar y consolidar una amplia gama de reformas decisivas en los ámbitos político, económico, social y diplomático, comprometiendo irreversiblemente su país hacia el camino del progreso, el desarrollo y la democracia.

Marruecos celebra hoy 30 de julio, la Fiesta del Trono, que marca este año el vigésimo primer aniversario de la Entronización de su Monarca el Rey Mohammed VI. Este importante evento no es únicamente la fiesta nacional del país sino también simboliza la renovación del vínculo secular que une al pueblo marroquí y su Soberano.

Desde su ascenso al trono en 1999, el Rey Mohammed VI, un Rey moderno, ambicioso y visionario, ha trabajado para instituir, acelerar y consolidar una amplia gama de reformas decisivas en los ámbitos político, económico, social y diplomático, comprometiendo irreversiblemente su país hacia el camino del progreso, el desarrollo y la democracia.

Una marcha tan segura y audaz, tiene como objetivo mejorar las vidas de millones de marroquíes y fortalecer la estabilidad general del Reino y su infraestructura sociopolítica y se inscribe en la continuidad de las reformas iniciadas por el difunto su padre, el Rey Hassan II, y se basa en una visión.

Gracias a esta visión a largo plazo y enfoque proactivo, en poco más de dos décadas de reinado, el progreso realizado a nivel nacional es considerable. La visión real se articuló en torno a inversiones masivas en infraestructuras, esenciales para fortalecer las interconexiones y garantizar la base del desarrollo económico y social.

El Plan Marruecos Verde para la agricultura, el Plan de Aceleración Industrial, nuevos puertos y aeropuertos, la construcción de plantas de energía solar y eólica, el Tren de Alta Velocidad, los tranvías, el lanzamiento de dos satélites de observación espacial, son algunos de los principales logros incluidos en una reforma económica multisectorial.

Por otra parte y gracias a su ubicación geográfica, Marruecos se encuentra en la encrucijada de los continentes africano, europeo y americano, lo que hace de este país un centro neurálgico para los intercambios económicos, diplomáticos y culturales, disponiendo  de  todos los activos para convertirse en la locomotora de África.

También cabe recordar que a nivel regional, uno de los mayores éxitos diplomáticos de Marruecos en los últimos años ha sido, sin duda, su regreso aclamado por unanimidad a la Unión Africana. Su acción al servicio de África y su compromiso inquebrantable con la paz y el desarrollo son elogiados por los líderes de los países africanos, quienes también ven a Marruecos como un importante motor para la estabilidad y la prosperidad en la escena regional e internacional.

RabatRabatCordillera del Atlas y visita cinco valles diferentes que le han dado fama a la región.Cresta de Playa