Qué mejor lugar que en Cuba, la nación que tanto admiro, y específicamente en el museo agramontino para que esté al alcance de lugareños y visitantes foráneos, me confesó
Texto y fotos
Lázaro David Najarro Pujol
Con mucho orgullo defienden los camagüeyanos que el Museo Provincial Ignacio Agramonte atesora la segunda colección de arte decorativo más amplia del país. Desde su inauguración, el 23 de diciembre de 1955, en homenaje al natalicio del Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz, prestigiosos artistas de la isla y extranjeros han donado obras a la intuición.
Recuerdos recientes (2014) me traen a la luz la amplia colección de 30 piezas pictóricas tituladas Sueños sobre porcelana, de la artista italiana de la plástica Antonella Falcioni se exhibían por primera vez en Cuba, Memorizo ese proyecto porque la autora se sintió tan honrada de exponer en la Ciudad de los Tinajones, que donó la obra Mi vida, el retrato más emblemático de su colección pictórica.
Que mejor lugar que en Cuba, la nación que tanto admiro, y específicamente en el museo agramontino para que esté al alcance de lugareños y visitantes foráneos, me confesó
Precisamente el retrato Mi vida (técnica Open Oil. Dimensión de 35 x 25 cm.), preside la hermosa muestra. La obra que más ama refleja un personaje real de la ciudad de Santiago de Cuba.
Falcioni apuntó que la obra representa la figura de un hombre sencillo que conoció en la iglesia del Cobre y le confesó su amor por el Comandante en Jefe Fidel Castro, por quien había entregado toda su vida. «Eso explica el amor que tiene esa persona por el líder histórico de la Revolución cubana».
Añadió que tituló Mi vida porque contienen dos significados: el amor del hombre que pasó toda su vida al servicio de Cuba y la pasión que ella siente por la mayor de las Antillas.
Conocer a Cuba es para la artista italiana de la plástica Antonella Falcioni como salir de una jaula de «oro» en la que había permanecido durante su vida, encontrar felicidad y llevar a la práctica en colores sus sueños.
Y esa puerta de escape la pudo apreciar al llegar a «una isla mágica de gente sencilla, alegre y hospitalaria» que comenzó a ver como su nueva vida, al caminar calles, jugar dominó o bailar el contagioso Son cubano con almas que la acogieron como parte de ellas.
Antonella Falcioni fue atrapada principalmente en la suave comarca de pastores y sombreros a decir del Poeta Nacional, Nicolás Guillén de su Camagüey, ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Encontró una urbe, impresionante con un tipo arquitectónico urbano excepcional en América Latina; con plazas y plazoletas, calles empedradas y callejones sinuosos.
Descubrió en la ínsula a personajes reales de sus nuevos lienzos y porcelanas. «Cuando una obra se ha realizado con amor y sacrificio queda en su esencia el espíritu impregnado del artista», destacó sobre la pintora Alfredo Gálvez de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales.
SUEÑOS SOBRE PORCELANA
Y en Camagüey también encontró inspiración para su obra y nuevamente regresó para mostrar la más querida colección de unas 30 piezas pictóricas.
El curador buscó el mejor lugar de la comarca (a unos 570 kilómetros al este de La Habana), para exhibir una joya artística de tanta magnitud: la sala de exposiciones transitorias del Museo Provincial Ignacio Agramonte.
El crítico de arte Juan Carlos Mejías resaltó que Falcioni, nacida en Roma, en los últimos 20 años viene trabajando con gran maestría la pintura sobre porcelana.
Significó el investigador que la muestra deviene continuidad a un vínculo que surge de la admiración de la artista por Cuba, su cultura y su gente, que es lo que más emociona y constituye tema en su obra.
La colección es el resultado de los sueños de la artista «pintados y esmaltados sobre piezas de porcelanas».
Artista italiana Antonella Falcioni atesora en museo cubano su vida en colores.
El beso del Ángel.Técnica OpenRosas Blancas sobretaza. Técnica Open Oil y oro. Plato de Cerámica con langosta. Técnica. Aceite al agua.