Claudia López, alcaldesa de Bogotá
Llamado a los jóvenes para que asuman la política y puedan llegar al Congreso para hacer los cambios que el país requiere.
Javier Sánchez
En medio de una profunda reflexión, tras algunos días de recuperación y aislamiento por el COVID-19, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, hizo anuncios derivados de las movilizaciones sociales que se llevan a cabo en la ciudad, y que incluyen un giro radical en la destinación del presupuesto Distrital, para combatir la pobreza y la falta de oportunidades. Anunció que entregará a la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos «las denuncias y evidencias que hemos recopilado sobre violaciones a losDerechos Humanos durante el paro en Bogotá».
«Vamos a cambiar las prioridades del presupuesto de Bogotá. Vamos a cambiar la destinación de dos billones de pesos del presupuesto para destinarlo a un programa de educación y empleo de emergencia para jóvenes y mujeres, de renta básica para todas las familias en pobreza extrema, de atención humanitaria para que nadie pase hambre», explicó la señora López.
Anunció que aumentarán de 20.000 a 50.000 los cupos de educación superior pertinente y gratuita para los jóvenes, y se invertirá más en sectores que generan alto empleo en Bogotá como la construcción de vivienda, vías locales, parques y también en sectores como telecomunicaciones y marketing digital.
Violaciones a los DD.HH
Sobre la protesta social que se lleva a cabo desde hace 28 días en Bogotá y en diferentes partes del país, aseguró que hoy miércoles se entregará a la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos «las denuncias y evidencias que hemos recopilado sobre violaciones a los
Derechos Humanos durante el paro en Bogotá».
«Le pediremos su asistencia para que una misión independiente nos ayude a establecer los hechos, y los canales de reparación y garantías de no repetición. Le agradezco a Human Rights Watch y a su director para las Américas, José Miguel Vivanco, que apoyará a la misión independiente en esta tarea», indicó la mandataria.
Ofreció «perdón sin atenuantes a las familias y a los jóvenes agredidos por los abusos cometidos contra su legítima movilización». En el mismo sentido, agradeció a las universidades públicas y privadas de Bogotá, a la Iglesia y al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo por haber aceptado ser convocantes, organizadores y garantes de una plataforma de diálogo virtual y presencial para los jóvenes de Bogotá.
Hizo un llamado a los jóvenes, y les recordó que «es la fuerza serena, no es la fuerza de la rabia, ni de la violencia, es la perseverancia organizada y pacífica y es la representación directa de su propia voz
la que los va a sacar adelante”.
Exhortó para que «no le deleguen a otros su propia voz y representación, gánense y ejerzan y no se trancen por nada menos que esas tres victorias: una reforma para tener una Policía civilista, un pacto social que los incluya y su derecho a representarse directamente en el Congreso de la República. Que ese sea el legado».
Jóvenes de Colombia abanderan la protesta para reclamar justicia social.