Esteban Jaramillo Osorio

Esteban Jaramillo Osorio

Aquí estoy, dando la cara frente a un encarnizado pelotón de fusilamiento, por un trino bomba en el que dos palabras me llevaron a la «muerte».

Mil balas han atravesado mi cuerpo. Dejo constancia, para evitar equívocos o injusticias en el tribunal público que me juzga, que disparé primero.

No elegí con escrúpulos y con decencia los términos.

Generé rechazos obvios, con ira e insultos.

Puerco no soy, porque no soy el diablo… ni misógino, como me han dicho.

En nada me escudo. Asumo las consecuencias, las que no medí, cuando escribí este trino. Lo lamento.

Siempre he valorado la calidad del periodismo deportivo femenino. A muchas de ellas se las he testimoniado, porque las he visto enfrentarse al periodismo machista. Porque ante los retos, en tantos aspectos, son diferentes: transparentes, apasionadas, convencidas, disciplinadas y aguerridas.

Nunca hablé del periodismo de mujeres en general. Hay tantas personas con inteligencia, talento para actuar y clase para hablar, que me han servido de ejemplo.

Ustedes las conocen.

Me referí a las trepadoras, con poco alimento en el intelecto, dispuestas a escalar a cualquier precio en perjuicio de quienes sí se prepararon. Eso dije y lo sostengo.

No debe argumentarse en que hackearon mi cuenta, me robaron el teléfono, o estaba drogado. Ni trago ni tomo. Tampoco cierro mi Twitter, así, aunque a menor ritmo, sigan llegando los agravios.

Erré y lo enfrento… sin esconder mi cara. Entiendo la reacción airada.

Por mi respeto a las mujeres hablaron, hablan y hablarán mis actos. Especialmente por las mujeres periodistas. En este juicio, tengo TESTIGOS que avalan lo que digo.

Destacadas periodistas en el mundo del fútbol