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Espacios culturales y turísticos: RESTAURANTES CENTENARIOS DE MADRID

Restaurante Malacatín

 

Claudio Ochoa

Infinitas, así son las historias que acumulan las paredes, techos y reliquias de los restaurantes madrileños ancestrales. Adorables, por las vivencias que han dejado allí reyes, dignatarios, artistas, gente del común, niños, ancianos, enamorados, escritores, toreros, toda clase de gente, entusiasmados con la cautivadora gastronomía española, al compás de sus vinos y bebidas espirituosas.

Es tal el aprecio local y mundial por sus restaurantes centenarios, que el Ayuntamiento de Madrid los ha declarado Espacios Culturales y Turísticos de Interés General. Doce establecimientos que constituyen la Asociación de Restaurantes y Tabernas Centenarios de Madrid (RCM). Son estos:

BODEGA DE LA ARDOSA

Fundada en 1892, para comercializar vinos producidos en la comarca vinícola (La Ardosa) de Toledo. Desde 1979 se enfocó hacia la cervecería, con la bebida checa a la cabeza y pintxos de tortilla, entre su variedad de tapas. Viejos toneles de vermouth son sus mesas. Está ubicada frente a la Parroquia de San Ildefonso, cuyos niños cantan la Lotería de Navidad, y junto a la calle de Fuencarral y Tribunal, lo más castizo de Madrid. Entre sus delicias, anchoas del Cantábrico, salmorejo, bacalao al ajoarriero, cebollas rellenas de atún, fabes con calamares, y croquetas muy diversas.

RESTAURANTE BOTÍN

Allí está, al pie del Arco de Cuchilleros, unos pocos metros abajo, como quien dice, en plena Plaza Mayor de Madrid, desde 1725. Del Restaurante Botín dice el Libro Guinness de los Récords que es el más antiguo del mundo. Inicialmente fue una posada y mesón, que entonces  ofrecía a los huéspedes cochinillo y cordero al estilo tradicional castellano.  Hoy, como ayer, en el mismo horno de leña. Su nombre es Jean Botin, cocinero francés que entonces llegó a Madrid, donde fundó la casa de comidas.

CAFÉ GIJÓN

Abierto en 1888, por un asturiano de nacimiento. Siempre ha sido centro de cultura, en donde diariamente sus asistentes celebran tertulias. Escultores, periodistas, pintores, literatos…tienen allí su segundo hogar, y siempre están poniéndose al día en la actividad social, y en temas culturales, y hasta políticos, de cualquier época relacionada con la vida del Gijón. Lugar para hacer amigos, además de mucho café y café, ofrece cocina española y europea. Está situado entre la Cibeles y Colón, en el Paseo de Recoletos número 21. 

CASA ALBERTO

Esta taberna nació en 1827 en el Barrio de las Letras. Conserva amoblamientos y detalles de esa época, como la grifería, mesas y sillas, mostrador exclusivo en ónix, frascas y el juego de medidas para servir el vino. En este edificio vivió Miguel de Cervantes entre 1613 y 1614, y aquí escribió su obra «Viaje al Parnaso», y varios capítulos de la 2ª parte de El Quijote. Entre lo destacado de su menú ofrece vermouth de grifo, rabo de toro, albóndigas de ternera y bacalao a la madrileña. Son frecuentes aquí las tertulias taurinas.

CASA CIRIACO

En 1897 inició como almacén de vinos, y en 1929 Ciriaco le abrió el restaurante, que ofrece la tradicional comida madrileña, como el cocido madrileño y la pepitoria de gallina (receta centenaria). Sitio histórico desde el 31 de mayo de 1906, cuando el conocido anarquista Mateo Morral lanzó desde el 4º piso una bomba, al paso del cortejo nupcial de Alfonso XIII, bisabuelo del actual Rey Felipe VI. Tasca típica madrileña situada en la Calle Mayor número 84, frente a la Catedral de la Almudena​. En Casa Ciriaco se han dado cita escritores como Valle Inclán.

CASA LABRA

Frituras y croquetas de bacalao, entre lo más apetecido de su oferta gastronómica. Se le conoció en un momento como Los Peregrinos, restaurante fundado en 1860, y desde entonces se mantiene igual. En el seno de esta taberna fue fundado de manera clandestina, el Partido Socialista Obrero Español, el 2 de mayo de 1879, y una placa de bronce allí lo recuerda. Está ubicado en calle Tetuán.

CASA PEDRO

Los vinos moscatel y garnacha fueron claves para sumar al prestigio de este restaurante, fundado en 1702, con el nombre «Casa de la Pascuala». Nació como fonda y refugio para todos cuantos llegaban o salían de Madrid camino a Francia. Entre sus platos de hoy destacan asados de cordero, cochinillo y productos de la zona, mollejas encebolladas, sesos de cordero a la romana, riñones a la plancha y manitas de cerdo. Juan Carlos I ha estado entre los visitantes a este restaurante, de arquitectura rústica, especial para los «adictos» al vino. Está en Fuencarral, vía a Francia.

LA CASA DEL ABUELO

Caracterizado por su famoso vino dulce «El Abuelo» y sus reconocidas gambas a la plancha y al ajillo, fue fundado en 1906. Cuatro generaciones de la misma familia han sabido mantener su tradición y enseñar a sus visitantes la centenaria cultura de la tapa. TripAdvisor, la mayor web de viajes del mundo, le ha otorgado su «Certificado de Excelencia». Está en la calle de la Victoria, 12.

LHARDY

Este establecimiento es a la vez tienda, restaurante y servicio de catering, cuyo nombre, Lhardy, representa lo más alto de la cocina española e internacional, destacándose el cocido madrileño, los callos a la madrileña y los riñones al jerez. Ahí todo es elegancia, y sus lámparas evocan el romanticismo. Conserva celosamente el ambiente cortesano y aristocrático del Madrid de inicios del siglo XX. En este mítico Lhardy se han urdido derrocamientos de reyes y políticos, y celebrado reuniones de ministros con Primo de Rivera. Entra en su tercer siglo de existencia en la misma casa de la Carrera de San Jerónimo, donde abrió sus puertas en 1839.

Restaurante Botín. Foto de Madrid destino.