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Increíble: DUQUE PUEDE RESULTAR PEOR QUE PASTRANA

Iván Duque y Andrés Pastrana

 

 

 

Rafael Camargo

Las apuestas van y vienen. Hasta el momento, el peor gobierno que ha tenido Colombia en toda su historia fue, sin lugar a dudas, el de Andrés Pastrana Arango, quien estuvo en el Palacio de Nariño entre el 7 de agosto de 1998 y el 6 de agosto del 2002.

Fue tan desastroso su mandato, si así puede llamarse, que la gente votó después por un personaje medio conocido en el país y que prometía cambiar el rumbo errático de Colombia. Gracias a Pastrana, Álvaro Uribe llegó a la presidencia.

El papá de Andrés, Misael Pastrana Borrero, tenía el penoso título de un mandatario fatal, pero como en Colombia al que no le gusta el caldo le dan dos tazas, el voto femenino se inclinó por el exalcalde de Bogotá y ex senador. De su gobierno se recuerda como gran cambio económico, la eliminación del UPAC y lo convirtió en el UVR, es decir que se puede comparar con decirle a una persona que está enferma de Hepatitis B y se le dice que ahora se le cambiará por Covid-19.

Como alcalde de Bogotá, Andrés Pastrana hizo una sola obra: el puente de la calle 92 con autopista. Quedó torcido y sin desniveles. Con pésimos materiales. Luego del accidente que le quitara la vida al periodista Tom Quinn, las autoridades determinaron tumbarlo y hacer uno nuevo.

Ese fue el balance como mandatario local.

Durante el fatídico gobierno –o desgobierno—de Andrés Pastrana, más de 4 millones de colombianos buscaron otros horizontes en el mundo. Se produjo una diáspora vergonzosa. El comercio se vino al suelo. Lo único bueno por esos días en Bogotá es que los taxistas llevaban a sus pasajeros al sitio que les indicaran porque había poco trabajo.

La guerrilla de las FARC, ELN  hicieron de ese mandato lo que quisieron. Tomas aquí y allá, masacres, emboscadas y pocas personas podían salir a las vías sin encontrarse con los milicianos barbudos. Pululaban los secuestros, el boleteo, el asesinato a militares y policías, el reclutamiento de menores era el pan de cada día.

Las madres lloraban en los campos y en las ciudades.

Pastrana quiso hacer un espectáculo abriendo un diálogo con las FARC y el ELN. Ilusionó a los tontos. En los diálogos del Caguán, con el mono Jojoy se consideraba en el poder, gritaba y emitía decretos. Un día, ante los medios de comunicación del mundo y con la mismísima presencia de Yamid Amat, Manuel Marulanda Vélez, el irreverente “Tirofijo” lo dejó plantado.

A Pastrana lo eligieron los colombianos luego de perseguir por aire, mar y tierra al gobierno de Ernesto Samper Pizano.

Ahora Iván Duque planea desmontar de ese primer lugar como el Peor presidente de la historia de Colombia, al último presidente del Partido Conversador y eso parece inaudito, insólito, raro, extraño, inverosímil, remoto, improbable, quimérico y mil adjetivos más.

Iván salió con guitarra y cantando con Maluma. Luego fantaseó con ser presentador de televisión para imitar a Pastrana cuando lo era de su noticiero TV-Hoy. Le ha resultado regular en el tema del rating. Cada medida económica asusta a los colombianos, pero les produce regocijo a los riquitos del país. Los 7 dueños de la banca nacional le llevan los decretos que él firma sin miramientos. Tienen carta blanca para cobrar intereses al límite de usura y todavía estos sinvergüenzas salen con comunicados diciendo que están apoyando a las Pymes y a los colombianos.

La guerrilla de las FARC campea de nuevo por los campos colombianos, incluso se metieron más allá de la frontera con Venezuela y le hacen ahora la vida imposible al máncer de Nicolás Maduro. La delincuencia atraviesa calles, avenidas y asalta a los transeúntes indefensos que salen, a pesar de la pandemia, a trabajar, a buscar un mendrugo de pan para llevar a la casa.

Es muy posible que la Reforma Tributaria haya sido elaborada por los asesores de Pastrana que están en el gobierno.

Pastrana y Duque se parecen bastante en sus decisiones para llevar al abismo a Colombia. El primero nos empujó hacia el camino del Ubérrimo y ahora Duque cabrestea a los ciudadanos al incierto infierno de Venezuela.

Señores asesores de Duque: despierten, póngale pilas, eviten que su jefe le quite el puesto al ridículo de Andrés Pastrana.

16 años de gobierno entre Pastrana, Uribe y Duque.