Es responsabilidad de cada cubano evitar el contagio con algo tan simple como el uso del nasobuco.
Texto y fotos
Lázaro David Najarro Pujol
El nasobuco, nombre que surgió del imaginario popular cubano, prenda confeccionada por las madres, abuelas, tías, hermanas, hijas y costureras todas, forma parte de nuestra vestimenta y de la vida cotidiana en la mayor de las Antillas.
Es muy bueno que los jóvenes lo asuman como una nueva moda porque permite mantener un estilo de vida saludable al evitar el contagio de la COVID-19 que azota a la humanidad.
No pocos combinan esa prenda con la ropa para hacer más astrictivo el vestir, además de constituir la principal muralla para evitar un posible contagio. Son disímiles los modelos que se aprecian en las calles de nuestras ciudades: estampados, rojos, azules, negros…, con lemas, frases célebres, logotipos de entidades, instituciones y colectivos.
En nuestros hogares, los creadores del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC) y las costureras de los talleres de confecciones textiles, entre otros, ponen a nuestra disposición atractivos diseños, algunos que reflejan la identidad de la nación.
Es responsabilidad de cada cubano evitar el contagio con algo tan simple como el uso del nasobuco, mantener el distanciamiento social, consciencia, disciplina y el lavado de las manos sistemáticamente.
El sistema de salud y las autoridades del país solo están pidiendo que nos cuidemos más, porque cuidándonos nosotros estamos protegiendo a la familia, compañeros de trabajo y a los vecinos.
Como sentenció el Apóstol de la Independencia de Cuba contra el colonialismo español: :«Haga cada uno su parte de deber, y nada puede vencernos». Lo que corresponde ahora ante las actuales circunstancias es cumplir el protocolo de salud referido anteriormente para evitar el letal coronavirus.
Es imprescindible que incorporemos a nuestras costumbres el nasobuco, porque como explican los especialistas del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK):«El SARS COV-2 tiene una alta transmisibilidad.
«Es un virus que se está propagando con mucha rapidez, debido en gran medida a que el 80 % de las personas que lo poseen son asintomáticas, como sucede con otros virus respiratorios, lo cual ubica a este grupo como el de mayor riesgo en la propagación.
«La detección de portadores que no presentan síntomas de infección viral, podría representar un mayor peligro de contagio para la población, por lo cual se debe seguir insistiendo en la responsabilidad individual y en la percepción de riesgo de cada individuo».
Como defiende la estudiante de periodismo María Delgado Rosell, si: «en el mundo han existido modas tan absurdas que han traspasado los límites de la ridiculez; sin embargo, las han seguido. Entonces, ¿por qué no intentamos ver este simple accesorio como tal? Una moda que, a diferencia de otras, va más allá de los fines estéticos para cuidar la salud de todos».
Es muy bueno que los jóvenes lo asuman como una nueva moda.Son disímiles los modelos que se aprecian en las calles de nuestras ciudades estampados, rojos, azules, negros.