La mala distribución de la riqueza es el origen para que una parte importante de Colombia viva en la miseria.

En Colombia ninguna institución gubernamental genera confianza. El actual Gobierno el mayor responsable del caos.

Según datos del Observatorio Democracia  ninguna institución gubernamental en Colombia  supera el 40% de confianza, el Congreso y la justicia registran los índices más bajos, entre el 20% y 30%.. Vamos derecho a un país inviable.

El Observatorio de la Democracia, de la Facultad de Ciencias Sociales, concluyó que los municipios del país no solo se pueden entender desde el conflicto, sino que hay un gran desafío frente a la capacidad estatal para llegar a cada uno de estos.

Uno de los principales hallazgos del estudio es que, aunque 27,8% de los encuestados ubican el conflicto armado como el principal problema del país, cuando hablan de sus municipios la problemática más importante es el acceso a los servicios básicos, con un 58,7 %.

«Las personas siguen preocupadas por los temas de seguridad, sin embargo, independientemente de la afectación con el conflicto, hay un fuerte llamado por los temas económicos y la prestación de servicios», señala Miguel García, co-director del Observatorio de la Democracia, del Departamento de Ciencia Política.

La investigación adelantó encuestas a 4.000 personas, de 80 municipios, buscando explorar el impacto que tiene la capacidad estatal y el conflicto armado sobre las opiniones y comportamientos políticos de las personas. Esta versión incluyó territorios PDET (Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial) y no PDET.

Se encontró, por ejemplo, que en los municipios priorizados para el PDET (sin importar si son de mayor o menor capacidad estatal) hay menos satisfacción con la prestación de servicios públicos como salud, agua, alcantarillado o escuelas públicas.

Lo que deja claro el resultado de las encuestas es que no solo hay un país que necesita acciones para mejorar la seguridad, sino que se requiere presencia institucional más allá: aquella que mejore las condiciones de vida y una presencia mucho más amplia del Estado, según García.

Seguridad y confianza

En el ámbito de la seguridad, entre un 45% y 65% afirma sentirse preocupado por los robos y ataques armados. Sin embargo, menos del 4% dice que recurriría a las armas y prefiere tomar medidas de autoprotección como evitar zonas peligrosas, instalar candados o cerraduras.

Lo que más llama la atención, de acuerdo con el co-director del Observatorio, es que ninguna institución supera el 60% de confianza y, similar a lo que ocurre en el resto del país, el Congreso y la justicia registran los índices más bajos, entre el 25% y 40%.

Los habitantes de municipios no PDET con mayor capacidad estatal confían más en los militares, un 60%; mientras que en municipios PDET de menor capacidad confían más en la Policía, con un 50%.
La confianza hacia los alcaldes tampoco es muy alta, pues no supera el 40%, a excepción de las zonas no PDET de menor capacidad.

«Poco se ha hecho por la implementación de la paz»

Entre un 65% y 71% de los encuestados coincide en que se ha hecho poco frente a la implementación del acuerdo de paz con las FARC-EP. Los más escépticos, por ejemplo, viven en municipios PDET con mayor capacidad estatal.

Al dar crédito sobre quién está haciendo más por el acuerdo, un 17,7% asegura que es el presidente Iván Duque, frente a un 13,7% y 12,8% que lo atribuye a excombatientes y ex comandantes, respectivamente.

«Este resultado refleja la poca y débil confianza en las FARC, y al mismo tiempo en quienes tienen a su cargo la implementación», añade García.

El acceso a la tierra, la mejora en la economía local y en la seguridad son las mayores expectativas de los habitantes de los municipios frente al acuerdo. Quienes viven en municipios PDET de baja capacidad tienen mayor esperanza en estos escenarios. En conclusión, la muestra evidencia que no todos los municipios que han recibido el impacto de la guerra lo han sufrido de la misma manera ni los caracteriza el mismo nivel de presencia estatal. A su vez, los territorios que no han sido golpeados por el conflicto también viven distintos niveles de presencia estatal. De hecho, las zonas más vulnerables son aquellas en las que confluyen la debilidad estatal y una mayor afectación por el conflicto.

«Se pueden identificar varios países con dinámicas políticas y actitudinales diferentes. Es cierto que el impacto del conflicto sigue presente, pero es mucho menor y a la hora de analizar las brechas hay que tener en cuenta otros elementos como la capacidad del Estado», afirma el estudio.

La corrupción es una de las causas que llevan a los Colombianos a pensar que ninguna institución gubernamental genera confianza.