El venado que llegó hasta la principal vía de Bogotá, la carrera séptima
«Tenemos buenas noticias del venado que encontramos en Bogotá esta semana, gracias al llamado de la ciudadanía. El animal recibió la cirugía que necesitaba por la fractura abierta en su pata delantera. La operación duró un poco más de dos horas y la atendieron más de ocho personas. Fue muy exitosa y se tomaron las medidas para que la fractura y las heridas sanen muy bien. Estamos pendientes de la forma en que está respondiendo a los antibióticos y antiinflamatorios. Hoy ya está comiendo, se paró y parece que la reacción es muy positiva, pero el pronóstico es reservado, ya que hay que ver cómo continúa su proceso de recuperación», explicó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
Cuatro veterinarios, dos ortopedistas y dos auxiliares del equipo de fauna de la entidad fueron los encargados de retirarle el material contaminante (tierra y pasto) de la herida y el tejido, y de ponerle un implante ortopédico con fijación externa, que le permitirá recobrar, poco a poco, el movimiento total.
La recuperación depende se inició dando respuesta positiva a los antiinflamatorios y antibióticos. Si evoluciona satisfactoriamente, podría tardar entre 18 y 20 semanas en salir del CAV para volver a estar libre y en casa.
El animal pertenece a la especie Mazama Rufina y es conocido como «venado de páramo» o «soche». Se alimenta de hojas, hierbas, ramas tiernas y frutas del sotobosque y se encuentra comúnmente en ecosistemas de bosque alto andino y páramos entre los 1.500 y 3.500 m de altura, especialmente en espacios con vegetación abundancia arbustiva.
Las poblaciones del venado de páramo se han visto disminuidas en los últimos años y actualmente está catalogado en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como vulnerable.
La ciudadanía llamó a los organismos de socorro que acudieron a prestarle las primeras atenciones al venado que llegó a la calles de Bogotá.