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Ciudad Andariega de Cuba: PRESERVAR UN OFICIO DE HERENCIA ABORIGEN

Se imparten, entre otras temáticas Origen del barro y sus utilidades

 

Texto y fotos

Lázaro David Najarro Pujol

En la ciudad cubana de Camagüey, otrora villa Santa Marie del Puerto del Príncipe, se mantiene la tradición alfarera heredada de los aborígenes y también de hacedores españoles que arribaron a la Ciudad Andariega en el siglo XVI.

El Maestro ceramista Nazario Salazar en el prólogo del libro La piel rojiza del Camagüey (traducido a siete idiomas),  precisa que el 13 de marzo de 1516, dos años después de la fundación de la villa de Puerto del Príncipe, arribó a esta comarca «el primer alfarero peninsular a bordo del Carabelón Osado procedente de Sevilla. En el censo demográfico y socioeconómico  de 1519 ya se señala la alfarería nativa de Puerto Príncipe y desde finales de 1522 se exporta a través de la Casa de  Contratación de Sevilla».

 Puntualiza  Nazario: «Ya en  1617 un tal Simeón  Recio fabricaba tinajones de hasta 100 arrobas y en el hombro de uno de esos recipientes fechado en 1789, se puede leer: me iso juan de dio, posible firma de un negrero esclavo aprendiz».

La tradición ceramista continúo en Camagüey. Expone Nazario Salazar que a finales de la década del 30 el entonces muy joven alfarero, Miguel Báez Álvarez realiza los primeros intentos fallidos de fabricar tinajones.

Considera que  en 1975 se instauran las llamadas Industrias Locales y tanto Báez como Manuel Barrero y el resto de los independientes, son asumidos por las tales industrias, en un solo taller colectivo, con sede en el antiguo tejar de Cascorro, posteriormente trasladado  a un nuevo local denominado La Tradición.

«Logros, fracasos, desilusiones, roturas insalvables  se dieron la mano» hasta que por fin se pudieron  fabricar exitosamente los tinajones.

Y toda esa cultura alfarera se salvaguarda a través de los cursos de ceramistas que auspicia la filial camagüeyana de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA). El más reciente el organizado, a través de la organización, por el artesano Ramón Guerra López, imparte una capacitación integral de cerámica dirigida a mayores de quince años.

Se facilitan, entre otras temáticas: Origen del barro y sus utilidades, Preparación del barro, Colado y amasado, Modelaje y textura y Cocción y patina.

El Curso integral de cerámica incluye una exposición colectiva con las obras más sobresalientes de sus egresados y una muestra personal de artesano artista Ramón Guerra.

Como se enfatiza en la compilación La Piel rojiza del Camagüey: la comarca es una región en la que la cerámica tiene carta mayor de presentación. Varias generaciones creadoras han desarrollado con maestría un oficio de herencia aborigen, y retomado por españoles, fundamentalmente catalanes, con lo que aprovecharon las bondades de los yacimientos de barro aquí existentes.

El Curso integral de cerámica incluye una exposición colectiva .

Modelaje y textura y Cocción y patina.