Actualidad, TOP

EL FANTASMA

Mariana López 

 

Resucitaron a Rodolfo y se acordaron de Petro

Con motivo de la campaña política dos grandes figuras de la música tropical: Rodolfo Aicardi y Noel Petro han vuelto a los escenarios. Esta vez a las redes sociales.

Rodolfo figuró en el plano nacional desde los años setenta hasta los primeros diez años de este siglo. Por su parte Noel, con su guitarra eléctrica, dominó las plazas de toros y cantó canciones como «La reina de las cruces», «Azucena» y «Me voy pal salto».

Rodolfo fue el rey de los diciembres durante más de 40 años y ahora muchos sueltan más de una lágrima recordando aquellos viejos tiempos en los cuales era el ídolo de las festividades.

Petro impuso un estilo y tuvo su mayor éxito cuando calumniaba a la cantante Claudia de Colombia, quien no lo podía ver ni en las curvas, sin embargo, eso lo convirtió en ídolo. Los periódicos y revistas de la época vendían sus escandalosas historias en torno a un ficticio romance entre la baladista y el torero.

      *****

La revista Antena vendió miles de ejemplares con crónicas ilustradas sobre el origen humilde de Claudia de Colombia y hasta descubrieron quién era su padre. El Espacio desvistió a Noel Petro y lo puso a la orilla del salto para contar «Me voy pa’l salto mi vida».

Hit, que dirigía Gustavo Castro Caicedo, sacaba cada semana una novedosa historia sobre las dos figuras del canto.

Ahora los muchachos que votan no tienen la menor idea de lo que significó para el país estas historias que originaron una industria musical y del espectáculo.

       *****

Rodolfo –cuyo nombre era Marco Tulia Aicardi Rivera–comenzó como cantante de baladas. Era de Galeras, Sucre y luego vivió en Magangué. Un día tomó un bus para Medellín a probar suerte como cantante. Además, ejecutaba muy bien el bajo, la guitarra, el requinto, teclado electrónico, conga y timbales.

En Medellín comenzó con baladas con el grupo Miramar. Los dueños de discos Fuentes se cansaron de vender discos y luego fue invitado a cantar con Los Hispanos, en reemplazo de Gustavo Quintero. Lo que pensaron que sería un desatino, resultó ser un éxito total.

     *****

Los periodistas lo calificaron como un bajito, barrigón y feo, pero con una potente voz con la cual llegó a escenarios inimaginables. En una oportunidad, cuando los ciclistas comenzaban sus periplos por Europa encontraron que en París era ídolo con La Colegiala.

Rodolfo cantó en más de 800 municipios de Colombia. Pocas veces fue entrevistado y sólo se recuerdan unas presentaciones de televisión para «Gran Sábado gran» en los años setenta y luego en los noventa en un inolvidable «mano a mano” que hizo con Gustavo Quintero, auspiciado por don Jorge Barón.

     *****

Noel Petro intercalaba sus presentaciones con la tauromaquia y se enfrentaba con astados hasta de 300 kilos. Fue el único torero en actuar en Argentina, donde el tema del enfrentamiento con una capa a un toro, sólo pasó de anécdota.

Introdujo el requinto eléctrico a sus canciones y logró buenas ventas.

El hijo de Cereté, con 89 años, recuerda ahora esos grandes éxitos y tiene un cuarto con cuadros donde los medios de comunicación anunciaban sus presentaciones como «el burro mocho».

Dice que puede ser pariente del candidato a la presidencia como un primo lejanísimo.

De todas formas, la desempolvada de los discos ha sido memorable en estos días para acompañar los Tik Tok y videos para Facebook.

Uno desde el cielo y el otro en la angustia diaria.