Noticias, TOP

Gustavo Petro: EN LA PUERTAS DE LA CASA DE NARIÑO

Gustavo Petro el candidato ganador de la primera vuelta. 

 

 

 

Gustavo Petro (nacido en 1960 en Ciénaga de Oro, Córdoba, en el norte de Colombia) fue el ganador de las elecciones con más de ocho millones de votos, derrotando al Gobierno de Duque y a los partidarios de Uribe.

Petro tiene el reto de dejar atrás la imagen de sus opositores de ser un líder de ideas y actitudes recalcitrantes, y tratar de unir a los sectores progresistas para gobernar el país.

Petro se define como un líder de izquierda progresista  en un país altamente tradicional y de derecha. Propone hacer «girar la economía alrededor de la vida», apostarle a la riqueza natural y a la protección del medio ambiente, así como «profundizar la democracia», y hacer una estructura económica «que se base en la producción y no en la extracción», según dijo en una entrevista a CNN.

«No es posible una América Latina —llámela usted de izquierda o de derechas— que viva de sacar gas, petróleo o cobre. La única posibilidad de un desarrollo sostenible en América Latina es el conocimiento, es la producción», dijo Petro.

A la campaña de 2022, el líder de izquierda llegó acercándose a sectores impensables para sus campañas anteriores como el pastor evangélico Alfredo Saade, quien participó en la consulta del Pacto Histórico.

Incluso, tras su victoria de este domingo en las consultas internas y cuando la coalición del Pacto Histórico obtuvo una alta votación en las elecciones legislativas (16 senadores y 25 representantes a la Cámara, según el preconteo de la Registraduría , se vio a un Petro calmado y sonriente, confiado en que será presidente en la primera vuelta, apostándole a un cambio de política en en país: «Queremos que aparezca el cambio, la transformación», dijo en la noche del domingo a un multitud de seguidores en Bogotá.

Falta el tramo final de las elecciones, pero los analistas coinciden en que el resultado en las consultas indica que el sector político que encabeza Petro tiene opciones reales de llegar al Ejecutivo. «Solo con la cantidad de votos que sacó la coalición de izquierda, que es casi tres veces mayor que la de derecha, te diría que está todo ordenado como que por primera vez en mucho tiempo la izquierda se alce con el poder en Colombia», expresó la analista.

Gustavo Petro en Colombia

Petro representa uno de los extremos políticos antagonistas del expresidente Álvaro Uribe Vélez, una polarización de la que muchos dicen estar cansados, cuando había una disposición hacia el voto en blanco de cara a la segunda vuelta en 2018. Y la fuerza que le dan sus millones de electores tiene contrapeso en sectores que prefieren votar por la derecha porque ven en Petro una amenaza al statu quo.

«Colombia es un país muy conservador en donde de alguna manera existe la idea colectiva de que un gran cambio es un salto al abismo», dijo a CNN Jorge Andrés Hernández, analista político basado en Bogotá y autor del podcast Política y Tabú.

Según Jorge Andrés Hernández, hay todo un hilo de propaganda muy fuerte contra Petro impulsado por sectores más conservadores y tradicionales como las iglesias evangélicas que dicen que Petro «va traer el homosexualismo, va a traer el comunismo, va a traer a Satanás», algo que son puras «teorías conspirativas de temor al cambio», según Jorge Andrés Hernández.

«Él genera pasiones viscerales encontradas: hay gente que lo idolatra a muerte, que lo adora, y hay gente que lo odia con todas las entrañas», dice Jorge Andrés Hernández.

Y el candidato no ha estado libre de polémicas dentro de su mismo movimiento, en particular con el sector feminista que lo ha criticado por no sancionar comportamientos machistas dentro de sus filas y por criticar el movimiento feminista, cuando aseguró en el  diario El País de España que este movimiento «se ha quedado con la vieja izquierda tradicional en la esfera intelectual de la gran ciudad, sin vinculación con la población». Sin embargo, Petro ha dicho después que «el feminismo es futuro, país y camino hacia el cambio».

La carrera política de Petro

La política ha sido transversal a Gustavo Petro. A sus 61 años recoge un paso por la vida pública que lo ha llevado a ser personero y concejal de Zipaquirá, guerrillero, representante a la Cámara, agregado de la embajada de Colombia en Bélgica, alcalde de Bogotá y senador de Colombia durante dos periodos. Es metódico al hablar. Estoico, pausado, teórico. Hay quienes lo califican como orgulloso, autosuficiente, engreído, y sus enemigos políticos lo han comparado con los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez y Nicolás Maduro y, hasta lo han señalado de ateo (a pesar de que ha dicho que cree en Dios)para alejarlo de los votantes en un país mayoritariamente católico.

Desde las 5 de la tarde llamó a varios lideres políticos, sociales y empresariales solicitando el apoyo para llegar a la presidencia de Colombia.

Petro representa uno de los extremos políticos antagonistas del expresidente Álvaro Uribe Vélez, una polarización de la que muchos dicen estar cansados, cuando había una disposición hacia el voto en blanco de cara a la segunda vuelta en 2018.