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La «metida de pata» de Zapateiro: ¿DESATINO DEL GENERAL O PERFIDIA DEL PRESIDENTE?

Zapateiro, Petro y Duque

 

 

 

Néstor Raúl Charrupí

Ex presidente del Tribunal Superior de Popayán

 

Lo que sucedió con los trinos de Zapateiro contestándole a Gustavo Petro, es supremamente grave, por fortuna, aunque el daño institucional ya está hecho, este gobierno ya está languideciendo o mejor se acaba en el próximo mes de agosto.
Es grave porque va a dar lugar a levantamientos militares que se creían hace rato superados, no es posible deliberar, en cualquier evento con cuerpos armados, es algo similar ante una eventualidad insignificante, por ejemplo, una leve colisión automovilística el uno pretenda razonar con palabras, mientras el otro lo haga con un machete.
Por ello el constituyente les confirió a las fuerzas armadas el monopolio de las armas, de un lado, pero castro a estas de la posibilidad de hacer política, precisamente por lo armados, presunción proclive a discusiones y divergencias diferentes sobre los mismos puntos de vista, las cuales pueden terminar eventualmente en agrias y peligrosas discusiones, como acaba de suceder entre Zapateiro y el Candidato Gustavo Petro.
La justificación inconstitucional aducida por despistados no es más que una peregrina manifestación,  en el sentido que Zapateiro lo hacía por la dignidad de los militares no es más que una ramplona falacia, justificando la dignidad con una indignidad, toda vez que Petro no se refirió específicamente a Zapateiro, sino que utilizó el adverbio de «algunos»: para referirse a generales de la república de Colombia con conductas «non santas», además con condenas por horrendos delitos de los susodichos generales de las Fuerzas Armadas.
Con todo, así se hubiese referido a este señor, sus trinos fueron además de descomedidos, injuriosos y suspicaces, máxime contra un candidato probable, según las encuestas de pública fama, a regentar la primera magistratura de la nación, reyerta que habría podido posiblemente hacer Zapateiro utilizando los caminos constitucionales y legales diseñados para el efecto:  como lo es a través del Ministro de defensa, o el presidente de la República,  sus jefes constitucionales y legales.
Semejante desatino el de Zapateiro, sólo tenía una solución: llamarlo a calificar servicios, sin embargo, Duque salió precipitadamente a respaldarlo, hechos estos que tornan estas conductas en indicio grave, obviamente sospechoso del señor presidente, además con un inocultable hedor a perfidia.
Ojalá estas presunciones estén o hayan sucedido, porque incubaron cualquier cantidad de delitos, de un lado y del otro el arrepentimiento de la patria, por la perfidia cometida, nada menos que por el escogido, en mala hora, por los colombianos para que fuese el primer magistrado de la nación: «jugando irresponsablemente con candela», resultó un perverso fiasco.
«Ruido de sables»