En muchas de las obras el artista entreteje distintas técnicas para establecer un contraste de materiales que dan el valor expresivo a la creación.

Aniversario 508 de Santa María del Puerto del Príncipe

Texto y fotos

Lázaro David Najarro Pujol

El artista de la plástica René de la Torre Aguilar y sus hijos Ruslán y Miroslav de la Torre Kozorez  convergen por primera vez, con sus obras, en la exposición colectiva «Los pintores del  rio Hatibonico», abierta en la Galería «Julián Morales»,  de la filial camagüeyana de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en el contexto del aniversario 508 de la fundación de la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe (2 de febrero de 1514).

Son 35 piezas en las que los creadores utilizan las técnicas de acrílicos sobre cartulina, colografías, plumilla, mixta y oleo sobre lienzo.

Predominan las 22 propuestas de René, miembro de la UNEAC, quien entrelaza elementos de cartón fragmentado y otros no figurativos y, los superpone para lograr, de manera accidental, figuras femeninas en todas sus dimensiones, a través de texturas y transparencias de sus  colografías. En muchas de las obras el artista entreteje distintas técnicas para establecer un contraste de materiales que dan el valor expresivo a la creación pictórica.

Emplea igualmente cartones impresos, cuyos contenidos quedan dentro o fuera de la figuración para formar parte de la composición. En sus oleos mantiene, con gran dominio de la técnica,  la forma tradicional en su búsqueda incesante de un estilo propio. Además, emplea los colores para darle vida a los cuadros que caracterizan por el rigor técnico de los trazos, pero más que la técnica, el oficio de pintor y la formación en las más rigurosas academias que garantizan el contenido artístico de la obra.

Ruslán prefiere la abstracción en sus acrílicos sobre cartulina como enlace a la sugerencia figurativa como el paisaje y utiliza con eficacia el color estridente primario y cálido. Lo subjetivo prevalece sobre lo objetivo. En sus cinco plasma e Imagina universos más creíbles que los causados por la realidad. En su meditación pictórica reafirma su entorno como artista y conjuga sueños y contextos.

La obra Miroslav (estudiante del ISA en La Habana quien acude con cinco piezas o conjuntos), distingue por la diversidad temática (independientemente al trabajo estético- formal): la soledad, el destino, lo eterno y transitorio como la felicidad añorada por los humanos, la historia y lo autorreferencial; imbuidos de una buena dosis de fantasía. Sus propuestas parten de la influencia del surrealismo en «la búsqueda del automatismo y el azar controlado pues considero que de ahí parten mis grandes verdades».

La exposición colectiva «Los pintores del  rio Hatibonico» deja un espacio abierto a los espectadores, para que razonen, reflexionen y creen un criterio propio en torno a cada una de las obras.

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Exposición colectiva «Los pintores del rio Hatibonico»

Predominan las 22 propuestas de René, miembro de la UNEAC

En muchas de las obras el artista entreteje distintas técnicas para establecer un contraste de materiales .