Diabéticos que llegan a la amputación del pie.
Jarol Monroy
Más de un tercio de los 500 millones de personas con diabetes que existen a nivel global desarrollarán durante su vida, Úlcera de Pie Diabético (UPD). Más de la mitad de ellos terminarán con una infección y de estos el 17% requerirá una amputación.
Estas cifras fueron publicadas por el doctor David Armstrong, en su artículo científico publicado en la revista de investigación de Pie y Tobillo del 2020. Este cirujano podiátrico estadounidense es conocido por su trabajo en la prevención de amputaciones, el pie diabético y la cicatrización de heridas.
Estos datos suministrados por el doctor Armstrong ponen de manifiesto cómo las úlceras del pie, relacionadas con la diabetes (UPD) están afectando a unos 20 millones de personas al año y se han convertido en una de las principales causas de discapacidad, en vista que estos pacientes se vuelven totalmente dependientes.
En Colombia, de acuerdo con la información reportada a la Cuenta de Alto Costo (CAC), en 2021 se reportaron 1´676.885 personas con diagnóstico de diabetes.
De acuerdo con la Doctora Yamile Júbiz Pacheco, Diabetóloga y representante por Colombia ante el grupo mundial D-Foot International, las causas más importantes que condicionan a tener úlcera de pie diabético (UPD) es la presencia de neuropatía diabética (sensitiva, motora o autonómica) y la enfermedad arterial periférica.
«Ambas complicaciones predisponen a que en los pacientes aparezcan lesiones y se presente destrucción o infección de tejidos, convirtiéndose en la antesala de las amputaciones en más de un 85% de los casos».
El aumento de la obesidad aumenta indirectamente los índices de UPD
De acuerdo con los datos de la décima edición del Atlas de la Federación Internacional de Diabetes (IDF) del 2021, se estima que en el mundo 537 millones de personas tienen diabetes. Se prevé que esta cifra alcance los 643 millones en 2030, y los 783 millones para 2045.
Adicional, la tendencia de la diabetes a nivel mundial es mayor en países de ingresos altos (10.4%) que en ingresos bajos (4,0%), y en los urbanos (10,8%) que áreas rurales (7,2%). Sin embargo, se espera que en próximas décadas estás cifras se incrementen, incluso en países de bajos recursos.
La úlcera de pie diabético se presenta generalmente en personas con diabetes Tipo 2. Esta representa aproximadamente del 85% al 90% de todos los tipos de diabetes y su aumento se puede atribuir a varios factores, como el creciente envejecimiento poblacional y el rápido aumento de la obesidad de las personas que viven en las ciudades.
El índice de mortalidad con amputación es del 56%
La Doctora Yamile Júbiz afirma, que «la diabetes se puede presentar en cualquier persona sin distinción de raza, sexo o edad. Cuando la padece un paciente de bajos recursos, entramos a ver un problema social, al no poder llevar un adecuado régimen alimenticio, por lo que son más propensos a tener complicaciones con esta enfermedad. Adicionalmente, el acceso a los médicos especialistas para las personas de las zonas rurales es muy difícil».
Júbiz afirma, «una persona con diabetes, que es una enfermedad metabólica, además de recibir un tratamiento con medicamentos, debe llevar un régimen alimenticio con porciones adecuadas de frutas, verduras, carbohidratos, proteína animal o vegetal, tales como queso, huevo, carne, soya, quinua…»
De los pacientes que no necesitan amputación y pueden sanar su úlcera, el 40% tendrá recaída en un plazo de 1 año, el 65% en 5 años y más del 90% en 10 años. «De manera sorprendente, vemos como las personas con diabetes le temen más a la amputación que a la misma muerte».
Impacto económico
La enfermedad por pie diabético es similar al del cáncer en cualquier sentido, pero las tecnologías de apoyo para predecir y prevenir la aparición ofrecen ahorros potenciales para la atención sanitaria a corto plazo.
Sin embargo, cuando el paciente se complica y le aparece la UPD, suponiendo que este paciente esté en tratamiento durante 6 meses, podría costarle al sistema de salud alrededor de 6 millones de pesos solo en curaciones; estos costos se incrementan cuando se presentan infecciones y hospitalizaciones durante el tratamiento debido, no solo a las pruebas diagnósticas que se deben llevar a cabo, sino a los medicamentos requeridos.
Durante el transcurso de un año, un paciente con UPD que ha tenido una infección y ha sido hospitalizado al menos una vez, puede implicar costos para el sistema de aproximadamente 30 millones de pesos. Adicional al tiempo que se toma la atención para el tratamiento, si la UPD no cierra después de su tratamiento, le puede costar al sistema solo una cirugía vascular entre 5 y más de 15 millones de pesos.
En Colombia, menos del 10% de los pacientes se rehabilitan, por la falta de oportunidades para proseguir con su tratamiento, los trámites a los que se ven sometidos, demoras para las citas para los controles, para las terapias. Adicionalmente, al paciente se le incrementan los gastos de transporte, cuidador y muchos no tienen la solvencia económica para cubrir estos gastos.
Dentro de esta problemática, según Yamile Júbiz, en Colombia no se están diagnosticando a tiempo los pacientes con diabetes. Un paciente que se diagnostique a tiempo tiene un «periodo de gracia» de 10 años, durante los cuales puede empezar a tener las precauciones necesarias para el control de la enfermedad.
A partir del año 10 comienzan las complicaciones, de ahí la importancia de realizar los tamizajes a la población propensa a padecer esta enfermedad. Por esto es tan importante el papel que desempeña el médico de atención primaria, quien se debe enfocar en el paciente de una manera integral.
Las personas con diabetes deben aprender a conocer la enfermedad y su organismo. Ser autocrítico, cuidando su alimentación y ocupándose de sus cuidados. Además, de exigir a su médico de atención primaria que realice periódicamente los tamizajes, que son las pesquisas de las complicaciones que pueda tener a lo largo de su enfermedad.
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