Perros callejeros en los barrios populares de Bogotá.
Cecilia Amparo Camel J.
Los animales domésticos enfrentan una dura situación en Colombia. En la actualidad hay 3 millones de perros y gatos en situación de calle y cientos de caballos aún son maltratados para el uso de vehículos de tracción animal.
En Colombia a los perros callejeros se les suele llamar popularmente Firulais como apodo o nombre propio.
El abandono es la principal causa de que haya tantos perritos en la calle. Las que eran mascotas terminan por ser abandonadas a su suerte y tras no ser esterilizadas terminan por reproducirse y así van aumentando su población con el paso del tiempo.
16 a 18 años, con registros de hasta 20 años, es el tiempo de vida de buena parte de los perros callejeros.
El Día Internacional del perro callejero se celebra el 27 de julio por iniciativa de un estudiante de periodismo chileno llamado Ignacio Gac, que en 2008 comenzó una campaña que buscaba fomentar la adopción y entender su importancia, así como también crear conciencia del cuidado que merecen los animales.
El abandono de los perros genera problemas diversos que inciden en la salud pública como son las enfermedades zoonóticas (leptospira, rabia, brucelosis, tétano, leishmaniosis, entre otras), la economía, causan accidentes, acosan a los ciudadanos y generan daños a las propiedades.
En Santa Marta se registra un infierno para los animales: es la ciudad de Colombia con el mayor número de casos de maltrato.
«La crueldad hacia los animales es lo opuesto al deber que el hombre tiene consigo», escribió el filósofo Immanuel Kant, frase en la que se puede resumir que las consecuencias de este acto en contra de la naturaleza afecta a la humanidad.
Yaneth Gamarra, quien ha sido una doliente de los animales de la calle, aseveró que la situación es bastante preocupante en Fundación.
«Yo tengo un taller y para allá me he llevado a varios perritos. Trato de sacarlos adelante, en estos momentos tengo siete perritas. Las esterilizo y luego las doy en adopción», expresó Gamarra, quien agregó que ha intentado acercarse a la administración municipal con la intención de recibir ayudas, pero hasta ahora no ha contado con el apoyo.
La realidad de los animales en condición de calle es muy precaria, aun cuando existen personas que se abanderan de la situación y realizan diferentes acciones para el cuidado y protección de los que no tienen voz, la falta de interés por parte de las administraciones locales y no contar con los recursos suficientes, hacen el camino más difícil.
La explotación de los perros llega a su máxima que hasta los políticos buscan beneficiarse presentándose como defensores de animales cuando solamente los utilizan para ocupar curules con pagos millonarios o altos cargos del Estado.
Perros abandonados a su suerte.