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Crónica de Gardeazabal: HERODES Y CHUSPAS

Luis Fernando Velasco

 

 

Gustavo Álvarez Gardeazabal

El Porce

Conozco a Luis Fernando Velasco desde cuando fuimos los primeros alcaldes por elección popular en 1988,en Popayán y Tuluá. Desde entonces le he visto actuar en la vida pública a paso muy lento pero firme.

Siendo senador de la república por el partido liberal resolvió armar tolda a favor de Petro ,no se presentó al Congreso a reelección y como era tan fulgurante su apoyo enfrentándose a Gaviria y yéndose con Petro, todos los corrillos terminaron por darle teóricamente un ministerio durante el empalme. No fue así. Como consolación le dieron una de las consejerías cuasi anónimas de la Casa de Nariño.

De allá, en plena crisis prevolcánica, el presidente Petro lo nombró de director de la Oficina de Riesgos y Desastres, donde había hecho carrera muy cuestionada su coterráneo popayanejo el «Mono»  González. Y como para buscar vitrina Velasco no ha tenido que hacer mucho esfuerzo porque tiene pinta y sabe manejar las cámaras, salió en plena semana santa a dar sus declaraciones y olvidándose de las sabias enseñanzas que su padre, el respetado biógrafo de Mosquera le impregnó, dijo que si las familias catalogadas como probables víctimas de la erupción del Ruiz no se salían de sus parcelas, la oficina a su cargo les arrebataría los niños a esos hogares para salvarlos de la hecatombe entregándoselos a Bienestar Familiar.

No se dónde esos arrestos de Velasco a quien desde niño llaman «Chuspas» y que fue padre después de cumplir 50 años, pero aparecer como Herodes, quitándole los niños a unos padres tercos aunque entendibles en querer morir con sus hijos ,y no dejarlos huérfanos y sin con qué comer, no solo es un acto de crueldad y hasta de irrespeto a los derechos humanos, sino que plantea en todos los hogares colombianos la duda sobre hasta donde los padres pueden disponer del presente y futuro de sus hijos o si es una tortura gubernamental amenazar con quitarles sus críos para obligarlos a salir de sus parcelas y salvarles una vida que ellos,   acaso, valoran muy distinto a como lo hace Velasco.

Gustavo Álvarez Gardeazabal

El Porce