Opinión, TOP

Crónica de Gardeazábal : MÁS ENCARTADO QUE GALLINA CRIANDO PATOS

El mega escándalo político 

 

 

Gustavo Álvarez Gardeazábal

El Porce

Al presidente de la nación no solo los cafeteros  le metieron( según sus palabras) los dedos en la boca, sino que otros  le pueden haber estado metiendo más cosas en los meses que lleva sin que se hubiese dado cuenta.

Hoy día, después de la crisis sin nombre generada por Laura y Benedetti,( y que no sabemos donde terminará), no solo tiene que encontrarles reemplazo para asumir las funciones  que les encomendó ,sino que tiene que inventarse alguna fórmula para recuperar la credibilidad ciudadana, vuelta trizas  después del mal manejo político, la pésima conducción administrativa y el desconcertante disfraz personal conque que  afronta la marcha del estado.

Casi todo lo que ha ido pasando, es generado por sus equivocaciones o sus protuberantes ignorancias. Si no hubiese cometido el error de haberle otorgado funciones super ministeriales a una jovencita falta de mundo a quien nunca nombró ministra .Si no hubiese confiado tanto en Armando Benedetti aún después del incidente nunca dilucidado de los Petro videos de la campaña.

Si  hubiese investigado un poquito más en quienes integraban la terna para gerente de los cafeteros, y hubiese descubierto  a tiempo   que José Antonio Ocampo tenía los dados marcados para forzar la elección de Bahamón, el uribista procesado por la Contraloría de Bogotá , la inminente crisis entre la Federación y el Gobierno no estuviera hoy llenando el cielo campesino de nubarrones.

De la misma manera si hubiese identificado que la ministra Irene es la sacerdotisa sectaria de la religión hildebránica, que nos quiere sacrificar cual catecúmenos en las catacumbas ambientalistas. Si supiera para qué lado juega Danilo Rueda, el Comisionado de Paz.

En fin, si supiera administrar el estado en todo el sentido de la palabra y no solo repetir su fracaso como alcalde de Bogotá, no estaría tan encartado como una gallina criando patos, o como dijo el politólogo Eduardo Llano «cerca de quedarse parado en una baldosa sin poder moverse».