Cese al fuego se firmó entre el Gobierno colombiano y el ELN por medicación del presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
El cese al fuego bilateral pactado entre el Gobierno del Cambio y el ELN alivia la crisis humanitaria en los territorios, hace renacer la confianza en la solución negociada al conflicto, da un rol específico a la comunidad internacional y abre la puerta a nuevos procesos, indicó el analista León Valencia.
Valencia, director de la prestigiosa ONG Paz y Reconciliación, explicó que en su opinión son los cuatro impactos positivos que ya trajo para el país la suscripción del cese al fuego que se logró en La Habana, Cuba, liderado por el presidente Gustavo Petro Urrego.
“Este cese bilateral es una muy buena noticia para Colombia y para la región. Es el resultado de un acuerdo que se logró muy rápidamente. En anteriores gobiernos eso no se había logrado. Y ya tenemos en el horizonte que el doloroso ciclo del conflicto armado con las guerrillas terminará, ojalá, en el 2025”, enfatizó.
Según el analista, el pactado cese al fuego bilateral tiene cuatro impactos positivos: “en primer lugar, alivia la situación humanitaria en apartadas regiones donde actúa este grupo, como son Arauca, Catatumbo, Chocó, Cauca y Bajo Cauca antioqueño, que hoy en día vienen sufriendo por el tema de las hostilidades”, enfatizó.
Durante el evento, las delegaciones del Gobierno Nacional y del ELN oficializaron el acuerdo de cese al fuego bilateral, que durará 180 días (seis meses), amplía las acciones prohibidas y prevé un robusto mecanismo de monitoreo y verificación de la ONU, con acompañamiento de la Iglesia Católica y la veeduría social, así como la participación de los países garantes y acompañantes. El cese de operaciones ofensivas se hará vigente desde el próximo 6 de julio.
El Cuarto Ciclo en la Mesa de Diálogos de Paz, cuya sede será Venezuela, se instalará el próximo 14 de agosto y concluirá el 4 de septiembre de 2023.