Yevgueni Prigozhin fue el «chef de Putin». Ahora es su peor enemigo en el campo de batalla. 

Gerney Ríos González

Un vendedor callejero de «perros calientes», comerciante en comidas que con el tiempo llegó a ser empresario y contratista para entregar raciones de campaña a todo un poderoso ejército y llevó su iniciativa adentro de las férreas murallas del poder, puso en tela de juicio al todopoderoso Vladimir Putin, el gestor de una cruda guerra y la destrucción de ciudades con víctimas a doquier.

El «chef de Putin», Yevgueni Prigozhin, es uno de los personajes de 2023 que pasó de mercader ambulante a comandante de un sanguinario contingente militar de mercenarios, muchos de ellos nazis, 25 mil hombres fuertemente armados, adiestrados para invadir y asesinar sin piedad, pagados con el «estiércol del diablo» como llamara Giovanni Papini al dinero en mentes y manos sucias, esto es, gobiernos ambiciosos de poder.

Prigozhin, vestido con uniforme de guerra, de 62 años, es el mercenario que ha puesto contra las cuerdas al gobernante ruso; avanzó con sus soldados asalariados hasta 200 kilómetros cerca de Moscú; un conversatorio militar ordenado por el jefe del imperio ruso, lo detuvo y aceptó retroceder y refugiarse supuestamente en Bielorrusia. Su grupo WAGNER con más de 25.000 combatientes, ha actuado bélicamente en la guerra civil en Siria, Libia, República Centroafricana, Sudán, Malí y la sangrienta guerra de Crimea y Mozambique. Para no penetrar Moscú, el mercenario Prigozhin condicionó su acción a que él y sus hombres no fueran perseguidos y procesados; Putin contemporizó; se sintió presionado por el intrépido y otrora chef de su confianza.

Para el ejército de Ucrania que defiende su patria de la presión de Putin, los soldados del grupo Wagner, no sólo son lo mejor preparados y equipados con armas modernas, sino que «mientras miles de uniformados militares rusos no saben por qué combaten, los mercenarios del chef lo hacen por un buen dinero”.

Lo pintoresco de la vida de Yevgueni Prigozhin que llama la atención de su accionar y del grupo Wagner bautizado así en honor al gran compositor, director de orquesta, poeta, ensayista, dramaturgo y teórico musical alemán del romanticismo Wilhelm Richard, quien fue el favorito del dictador Adolfo Hitler, el principal responsable de la muerte de 80 millones de humanos, incluidos 7 millones de judíos exterminados al inicio de la Segunda Guerra Mundial.

El personaje fungió como fundador de Wagner en 2014 en su papel de mercenario en los países nombrados. Integró su gran escuadrón con convictos rusos con la advertencia de ser ejecutados si desertaban. Fue macabra la ejecución de uno de ellos a mazazos tras calificarlo de «perro HP». Prigozhin fue delincuente que pasó 10 años en prisión en 1990. Hacía poco después, la mostaza en su casa para perros calientes ganando $1000 mensuales; montó un restaurante que se volvió famoso; allí acudía Vladimir Putin siendo presidente de Rusia acompañado de ilustres invitados del mundo. El chef tenía varios negocios de comida, fundó la empresa Concord con la cual logró contratos oficiales hasta por la fabulosa suma de 2500 millones de euros con el Kremlin y avituallar al ejército ruso; creó también la empresa trolls y se hizo a la confianza de Putin.

Por lo que se sabe del poderoso mercenario jefe del grupo Wagner; éste acusó al alto mando militar ruso de desaparecer a buen número de sus mercenarios y dejar a su tropa sin proyectiles. Pero no queda duda que su accionar marchando hacia Moscú, achicopaló a Putin y lo puso bajo las cuerdas.

Ciertamente la dialéctica marxista enseña que a toda acción se produce una reacción, ahora los rusos tienen a las fuerzas disuasivas Wagner, un potencial antídoto de los Gurkas, combatientes nepaleses, que asustan a raimundo y todo el mundo por servir con ferocidad en unidades especiales desgarradoras de las Fuerzas Armadas del Reino Unido, verbigracia, en 1982 los argentinos sintieron su destrucción sanguinaria en las Malvinas. En Nicaragua en la década de los años 90 apareció la FDN para contrarrestar el FSLN. En Colombia surgió el paramilitarismo como emético de grupos armados al «margen de la ley».

Yevgueni Prigozhin, nazi de convicción es el jefe de las tropas mercenarias contratadas por Ucrania para combatir a Rusia y su presidente Putin.