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Gustavo Petro, declarado entre los cinco líderes mundiales más influyentes en Twitter: BUSCA LA UNIDAD DE LATINOAMÉRICA

El presidente de Colombia Gustavo Petro Urrego, durante su visita de Estado a Chile, donde se reunió con el presidente Gabriel Boric Font.

 

 

Rafael Camargo 

Una intensa actividad diplomática en Latinoamérica ha iniciado en el 2023, el presidente de Colombia, Gustavo  Petro Urrego en un esfuerzo por lograr la unidad de la región y mejorar la condiciones de vida de los país latinos,

La actividad se inició desde el primer día del nuevo año asistiendo a la posesión del presidente de Brasil,  Luiz Inacio Lula da Silva, a quien le ha reiterado su apoyo y ha solicitado del mundo entero defender la democracia del país vecino como consecuencia de los últimos acontecimientos registrados y protagonizados por los fascistas de la  ultraderecha de ese país.

Así mismo hizo presencia en el palacio de Miraflores sede del poder ejecutivo de Venezuela, logrando importantes acuerdos sociales y económicos  con el presidente de ese país Nicolás Maduro Moros.

PACTO DEMOCRATICO 

Presidente Petro advirtió  sobre necesidad de restablecer el pacto democrático de las Américas

«Está en peligro la democracia; está en peligro el pacto democrático de las Américas, porque no es un problema exclusivamente suramericano. Lo mismo que pasó en Brasilia pasó en Washington», afirmó el Jefe de Estado desde el Palacio de La Moneda, en una declaración conjunta con el Presidente de Chile, Gabriel Boric.

En el mismo contexto el Mandatario colombiano agregó: «El pacto democrático tiene que restablecerse en este territorio. Derechas o izquierdas tienen que saber que gane quien gane por decisión de sus pueblos, no habrá exilio ni persecución ni cárceles por sus ideas, que nadie debe morir por lo que piensa».

Respecto a lo sucedido en Brasil, indicó que es «un golpe de extremas derechas para o contra algo que no quieren: la democracia, y no quieren la democracia porque la democracia permite que la diversidad de nuestras poblaciones, que el negro y la negra, que el indígena y la comunidad, el campesino y el pobre, y la señora de los tintos puedan ser dueños de sus propios países».

AMBIENTE 

comentó de la consigna que se fue construyendo desde que él era Alcalde de Bogotá y que hoy es la hoja de ruta de su Gobierno fue la de «Colombia potencia mundial de la vida», que surgió, como él mismo lo explicó, de las luchas sociales y de «esas maquinarias de la desigualdad que trituran a millones de ciudadanos».

Por esta razón, aseguró que las ciudades tienen una importante tarea hoy: «La defensa de la vida» y, para ello, aseguró que es necesario «transformar un urbanismo hecho para la muerte del siglo XX a uno de la vida en este siglo», en la medida en que consideró que no queda más tiempo para hacer estos cambios fundamentales en el mundo.

De hecho, se refirió a la necesidad de que el planeta comience a trabajar unido en contra de la crisis climática, debido a que reiteró que la ciencia ya alertó sobre «el riesgo de la humanidad» si no se toman medidas para bajar los niveles de emisión de gases efecto invernadero y evitar el calentamiento.

 ALLENDE 

El presidente Petro durante una intervención en Chile dijo:

«Hoy también quisieran algunos que aquí cayeran las bombas, y allá y acullá.

Nosotros en Colombia estamos un poco acostumbrados, lamentablemente, a que los ríos de sangre sean, en vez de la democracia y la justicia.

Nosotros –en el caso mío, Gabriel, porque usted es más joven que yo–, nosotros asumimos el reto de cambiar el mundo con las armas.

Cuando aquí entraron disparando y acabaron con el primer presidente de izquierdas elegido popularmente en América del Sur en su historia, yo decidí la toma de las armas.

No había más. No respetaban el voto popular. No conocía esto.

Es más, no quise venir a Chile, ni a saber de la Casa Negra, ni de los lugares del mar del que tanto hablaba el poeta.

Y ahí se fue una adolescencia y una juventud. No la mía; la de millones de latinoamericanos. Mi generación joven.

Colombia quedó devorada por la violencia. Nos equivocamos o no. Pero creímos, esos jóvenes, que si ese era el camino lo tomábamos.

Treinta años después, después de dictaduras, desaparecidos, de torturas, de millones en el exilio, de nuestra propia lucha en nuestro país, Colombia –y quizás, de manera precursora en Colombia un 1989–, decidimos que ese no era el camino.

No nos obligaron, no llegó ningún norteamericano a asustarnos; nos convencimos nosotros mismos que no era el camino.

Unilateralmente le dijimos a toda la generación de combatientes jóvenes y soñadores, hombres y mujeres, de toda la América Latina, que el camino de una revolución armada no era necesario.

Y repetimos las palabras de (Salvador) Allende.

Ingenuos, nos dijeron, románticos. Va a pasarles lo mismo que a Allende.

Y terminamos ganando las elecciones de 1991 y haciendo la Asamblea Nacional Constituyente de Colombia. Como fuerza mayoritaria hicimos la Constitución.

Y después llegaron sobre nosotros más muertos, más violencia, más torrentes de sangre. 200 mil muertos en la violencia paramilitar de la década de los 90.

La Constitución se volvió letra muerta, no se aplicó. La democracia para nosotros no era.

Pero América Latina oyó. Y apareció una primavera. Y de pronto los progresismos dejaron de vestirse de verde oliva y de andar las montañas y de cargar mochilas.

Y no hubo más fusiles. Se derritieron y se volvieron monumentos y arte.

Y uno tras otro los países fueron triunfando, en aventuras políticas diferentes, en búsquedas. Que la búsqueda es el sinónimo de la Libertad».

El presidente Petro asistió a la posesión del presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro Urrego cumplió una visita de Estado en Venezuela donde fue recibido por su homologo Nicolás Maduro Moros.