Opinión, TOP

¿JUSTICIA O JURISDICCIÓN?

Despachos judiciales 

 

 

David Turbay Turbay

Hoy salí de mi casa. Mi cerebro obstinado necesitaba un poco de aire. Pero la fijación mental pudo más que mi propósito. Y terminé en un escenario oficial de guardianes de los derechos humanos. Saqué mi volante de turnos y esperé que el mío llegara. A la distancia ví colas enormes. Gentes de estratos populares, ansiosos de ayuda para defender lo propio, sus derechos imprescriptibles, con ilusión llenaban las salas de espera.

Vi funcionarios dedicados. Oyéndolos, revisando documentos. Y caras no muy alegres al salir. Siento que el burocratismo primó sobre la misión oficial. Sentí que los agobiados funcionarios tenían cargas laborales, que solo podían eludir con vagas recomendaciones. Busque un abogado. Mejor vaya a otra dependencia modulaban los labios de la desesperanza. Y las caras de la ilusión, a la salída, interpretaban casi todas la melodía de la tristeza bajo los acordes de la frustración. Pero con los dedos de la mano se podían contar algunos funcionarios, que pese a todo, sacaban fuerzas para ayudar con eficacia, para asesorar con formación. Y sentí que no todo estaba perdido.

Hay que estructurar todo un sistema procesal constitucional, con expertos, de verdad. Con escuela, de verdad. Con experiencia, de verdad. Esa revolución por los derechos ha estado aplazada, navegando en mares de improvisación y de expansión de los escenarios de acción política, pero negando el derecho sustancial como la base de todo. El principio pro homine, a veces es enunciación retórica, debiendo ser práxis insuperable.

Regresé a mi casa, con muchas decepciones. Colombia merece esquemas mejores de acción valiente. Y ello impone voluntad política cierta.

Se trata de seres humanos que pierden una pierna o un ojo. Que reclaman una atención eficaz para conservarlos. Enfermos que necesitan la mano del Estado, resuelta y no con titubeos. Algún día pensé,  habrá un Presidente que la tenga clara y que le juegue al bienestar de todos y no solo de sus electores, disciplinando el bien común, e incorporando al contingente de defensores de los derechos humanos, no a los recomendados de quienes eligen, sino a los elegidos por Dios para servir con eficacia, interpretando la sed de futuro y la voluntad de cambios de un pueblo con esperanzas.

Se me acercó un sacerdote. Abogado, experto en derecho canónico, para ser más preciso. Había perdido la tutela y la impugnación. Y decía, al parecer mi abogado se equivocó, pero yo merezco la defensa oficiosa del Estado. Y pensé que esa visión era la humana, la del jurista que llegue a realizar la justicia y no tan solo a cobrar un salario. Y me dieron ganas de ayudarle al clérigo, ansioso de la justicia divina y de la justica humana. Por fortuna, un abogado de la misma institución , el del módulo 10, decidió no irse para su casa, y se quedó luchando al lado de ese hombre de Dios, demostrando que su institución sí servía para algo. Me conmovió. No todos actúan como cómplices del mal servicio. Hay algunos revolucionarios del deber para quienes el hombre, el ser humano, es el eje y la razón de ser de su desempeño como funcionarios oficiales.

Salí a buscar luces, y solo las registré precarias. Pero la conducta del 10 de los guardianes, me indicó que necesitamos más Messis en el servicio de la sociedad. Y que nada, puede sacrificar la defensa de los derechos fundamentales del pueblo.

Llegué ´a mi casa. Soy un creyente. Y le rogué a Dios por estos cambios. Pueden lograrse. Al frente de las instituciones públicas deben estar faros del deber. Le pediré al gran jefe de la visitada una cita. Y lo invitaré a hacer de la suya una institución ejemplar, humana y solidaria, defensora de la dignidad de los hombres y mujeres de su radio territorial de acción.

Ayer, 29 de marzo de 2023, la Comisión Judicial Disciplinaria, determinó que la competencia que determina dónde deben surtirse los procesos investigativos, es aquella en donde hayan ocurrido los presuntos hechos. Cinco amigos, me llamaron para decirme: Doctor Turbay, lea Ámbito Jurídico, empiezan los jueces a darle respaldo a sus argumentos reivindicantes. Y les agradecí a todos. Y leí Ambito Jurídico. Me dio alegría lo que estaba escrito. Dios quiera que otras instancias lo respeten. Ello es el derecho. Lo demás es tan solo Jurisdicción!!