Opinión, TOP

LA FAMILIA ES LA FAMILIA

Familia 

David Turbay Turbay

Mi padre me enseñó que los imperios que se dividen, fracasan.

Siempre he tenido en mi mente esa prevención.

Por ello celebro que en BOLÍVAR, nuestra familia haya reflexionado sobre ello, y todos hayan depuesto lo que nos separa, y aunado esfuerzos para lograr unidos los triunfos que ya se vaticinan y se avecinan.

Hay buenos candidatos en la contienda, y de todas las vertientes del pensamiento. Hay que respetarlos a todos.

Pero la sangre se impone en nuestra selección. Vamos con los nuestros, con ganas, con deseos de servicio. Así debe ser, es lo natural.

A nada aspiro de los gobiernos. No me interesan los puestos, ni contrato de tipo alguno. Lo que deseo, y ojalá se luche por ella, es la reivindicación del pueblo, que siempre fue la única razón de mis luchas.

Veo nuevas y viejas figuras en la contienda. Con banderas dignas y frescas muchas de ellas. Y lamento que no haya espacios rectores para todos. Cuando se gane, habrá que convocarlos al diálogo. Y pensar en nuestros municipios y Departamento, por encima de todo.

Espero poder concurrir a Bolívar. Y visitar a mis amigos, que me guardan aprecio. Y conocer a muchos candidatos con sed de futuro y cédula de ciudadanía mental.

Ojalá la contienda sea civilizada. Ojalá los odios y las malquerencias no sigan imperando.

Bolívar fue siempre ejemplo de buenas maneras. Nada nos distanciaba por lo personal. Era debate ideológico, trabajo, obras, aportes al bienestar ciudadano. Las ofensas nunca existieron, sin fundamento.

Mucha suerte a todos. A votar por el que queremos, y hacerlo con ganas, es mi convocatoria resuelta.

Ya yo sé por quién voy a votar. Y es una decisión personal y familiar. Y los acompañaremos en todas las decisiones políticas que se adopten.

Ojalá la gestión de gobierno sea la mejor posible. Ojalá la transparencia reine en todos los actos de gobierno. Aseguro que así será.

No reconocemos enemigos, sino émulos.

Y  el compromiso será el dejar la mejor huella del buen gobierno. Que regrese la alegría, que se mejore la felicidad, que se consoliden los avances.

 Las familias más felices, se perdonan, pasan los tiempos juntos,  y se escuchan, y se esfuerzan por trabajar en equipo, construyendo lo mejor.

En ocasiones dejan de hablarse, incluso, pero al final, la familia es la familia, y el amor siempre estará ahí.

El amor a la familia, perdura y tiene que perdurar, a pesar de la distancia, las diferencias y el tiempo. Nada más cierto.

Una familia unida brilla mucho más que la mayoría de las bendiciones de la vida.

Lo importante de una familia, no es vivir juntos, sino estar unidos, ello lo aprendí de mi primo Wady Palis. Ahora está en el cielo, pero sus enseñanzas perduran en nuestros corazones.

MI madre nos recordaba, que la familia no es algo importante, lo es todo.

No hay familia perfecta. Todos discutimos y peleamos. Perdonarse, dialogar, y rectificar, se imponen.

Ese llamado a la unión, ha sido escuchado. En buena hora. Me hace muy feliz.

Ya había leído que una familia no se mide por el número de sus miembros, sino por la unión que hay entre ellos.

Unidos, venceremos.