Opinión, TOP

LOS BRUJITOS DEL PODER

Brujas  y brujos yendo al Sabbath  (1878) por Luis Ricardo Falero.

 

 

 

David Turbay Turbay

Solo cuando se tiene corazón es posible ponerle parlantes y que lo conozca el mundo. Cuando el negativismo y los odios determinan tu rol vital, solo ofreces una versión de ti mismo, que te descalifica como ser humano y te retrata como bola de fuego envidiosa, dispuesto a realizar lo inaudito, para lograr sobresalir en un mundo perverso.

Ello incluye el acudir a la brujería, al vudú, a maquinaciones que sorprenden. Castro Caicedo describe bien esos encuentros diabólicos, que sirven de zancos a vidas tristes, preñadas de amarguras y complejos, necesitadas de triunfos que no son grandeza, sino opacos y sancionables. El crimen marca las frentes. Es un legado de muerte, no abdicable.

En el alto mundo, en el que priman los maquillajes, se apela a estas herramientas en procura de vencer, en post de anular a nuestros mejores guerreros servidores. Muchos tienen su brujita de cabecera, que hace trabajos especiales con apoyos non santos.

Me han visitado seres de Dios, y me han advertido que apelando a maquinaciones desde  Haití, mi vida está envuelta en un torbellino que frusta el triunfo de la verdad e inaplica lo justo.

Me anuncian que traerán un sacerdote javeriano, especialista en exorcismos. Yo sé que Dios no permitirá que no triunfe. Dios apagará las fuerzas del mal, las que debilitan mis horizontes. Y sancionará a los de alma sin brillo, a los gestores de procedimientos inaceptables. Castigos tras castigos están decretados para estos paralíticos mentales, benefactores del mal generador de tantos pesares, lágrimas y dolores.

Tengo una protección muy especial. Oro a diario. La vida me enseñó que Dios jamás te abandona. Que está contigo en las horas crueles y te blinda frente a los que solo paren males inauditos.

Estoy tranquilo. Mi coraza es superior, es poderosísima. Me llamo David, y también sé vencer a quienes se creen Goliat de la destrucción infame. MI honda es divina, tiene tino automático, y pega siempre en la sien de mis enemigos. Sigo, sin miedos, en mi lucha, en mi desmedida y desigual batalla cotidiana, por la verdad y la justicia. Y están advertidos. Yo voy de la Mano de Dios, que me protege cada segundo.

Me dicen que andan en movimiento para que la Corte tape lo que ellos crearon. Que mandan razones con las celestinas de la desgracia ajena. Yo oro por los jueces, por su rectitud, por la verdad y el derecho, sustanciales, y sé que hay magistrados que pertenecen a escuelas del carácter SUPERIORES.

Todos estos días he recibido llamadas de conocidos y desconocidos. Todos por saber la magnitud de la injusticia, me dicen que están conmigo. Y me proponen marchas de respaldo ciudadano.

Les he agradecido. Así como me sentí 25 años abandonado, hoy proclamo que soy el acompañado.

No quiero un triunfo por presiones. Lo lograré porque la verdad me acompaña. Y ella tarde que temprano se impondrá en mi país.

Nada de marchas, nada de intimidaciones. Solo razones, que muevan las mentes y las almas, en procura de una JUSTICIA con humanidad. Un ex Alcalde a quien aprecio por su lealtad de todas las horas, me dijo usted triunfará. Se morirá la muerte. A lo Darío Gómez, aseveran que nadie es eterno en el mundo.

Sé que debo escribir menos, mandar menos escritos. Pero que puedo hacer, si tengo corazón. Para mis las batallas hay que vivirlas, rodearlas de procederes místicos y basar las esperanzas en Dios y las ciertas razones que me impulsan en esta tesonera lucha por mis derechos.

Intentaré frenar mi creatividad literaria. Pero jamás sepultaré mis ilusiones ni mi valentía. Quizá lo que hago se debe a que los dos grandes diarios del país, no obstante que saben los fundamentos de la batalla, y la naturaleza perversa de mi calvario, no quieren publicar una línea sobre mi proceso. Mi OTAN es el pueblo. MI fe es en Dios. Y la JUSTICIA tiene la oportunidad de demostrar su existencia.

Los diarios capitalinos me facilitarían la divulgación de mis pesares, es cierto. Pero si no tienen alma, solo me queda rezar por ellos y enviarle a mis amigos las notas apasionadas de mi corazón, al que le he puesto parlantes nítidos.

Mis agradecimientos a los diarios de Provincia. Me llaman pidiendo que les autorice para publicar mis notas. No la necesitan. Trabajar por lo que necesita Colombia, es un deber de todos!!