Desde el parque contempló la Casa Grande
Texto y fotos Lázaro David Najarro Pujol
En la ciudad portuaria de Nuevitas, al norte de la provincia cubana de Camagüey se respira arte, como afirmó el músico Arnol Romero Simón, un arte, que no está destinado solo a satisfacer el disfrute y la contemplación del público de las manifestaciones artísticas, sino que además cumple con el objetivo «de fomentar el equilibrio espiritual, la sensibilidad y la estética: implica abundancia de creatividad y de
imaginación al momento de crear».
Un arte que sale del alma y el corazón de los habitantes de esa comarca donde nació la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, hace ya 509 años. Un arte, en tiempos místicos para encantar El Movimiento de Artistas Aficionados en la ciudad de bellos paisajes marinos, fascínate bahía y de los tres ballenatos, se desplaza en calles, plazas, escuelas, parques… pero en enero recibió un gran y merecido regalo con la reinauguración su Casa, la Casa de la Cultura Gertrudis Gómez de Avellaneda, tras un proceso de remodelación.
Romero Simón reflexiona emocionado: «Con el misterio del tiempo nos une este día, en una ocasión solemne, por la reapertura de nuestra institución… también ya conocida como la Casa Grande, momento oportuno que nos permite contemplar con sabiduría su historia y reconocer en ella aquello que es perdurable y que debe conservarse con esmero».
Desde el Parque Salvador Cisneros Betancourt contempló la Casa Grande de Romero Simón y de todos los amantes del arte. Esta detrás de él gigantesco árbol; una casa reluciente, bella…
Comprendo la fascinación de las palabras del músico que debe su formación a las enseñanzas artísticas y al Ballet Folklórico de Camagüey: «Esta ocasión, no necesariamente significa celebrar, significa sobre todo, hacer memoria, recuperar lo transitado, significa explicar y diagnosticar el presente, para lanzarnos, con más fuerza, hacia el futuro sin dejar de lado la historia…»
Los artistas aficionados, la inmensa mayoría niños, adolescentes y jóvenes, junto a los trabajadores de la Casa de la Cultura, se sienten comprometidos a cuidarla. «Está cita nos refunde con alcanzar el tiempo de la madurez institucional y haber llegado a la cumbre que nos invita, necesariamente, a hacer un alto en el camino y mirar hacia atrás para indagar sobre lo que se ha sembrado y recogido, pero también para no perder de vista el tiempo por venir».
El director Proyecto Comunitario Aires de Bahía considera que la creación de la Casa de la Cultura aquel 25 de abril de 1977, «muestra el impulso espiritual y humano dado en los últimos tiempos, la motivación ha sido el motor impulsor…»
Nuevitas cuenta con un sólido movimiento cultural y artístico. «Reabrir las puertas de la Avellaneda, también significa levantar las copas y brindar por lo construido, por el hoy y por lo que viene con la convicción que debemos continuar creando una instrucción con una clara visión y la fuerza para representar, proteger, capacitar, defender y acompañar al Movimiento de Artistas Aficionados, principal agente cultural de nuestros objetivos».
En Nuevitas se transmite «un saber, una idea, un compromiso, un sentido de responsabilidad impregnada de arte y belleza».
Casa, la Casa de la Cultura Gertrudis Gómez de Avellaneda