El 80% de estos jóvenes desamparados por el Estado colombiano, quedan a merced de la delincuencia y del conflicto armado.
Jhonny Alexis Lizcano L.
Como suele ocurrir en Colombia los temas trascendentales y de gran impacto social los minimizamos a su máxima expresión. Para luego despotricar de él. Y no contentos con ello, buscamos justificar nuestra incapacidad de sentido común con frases lapidarias, como la expresada por la senadora María Fernanda Cabal: «a los jóvenes emprendedores les exigen impuestos, y a los criminales les dan subsidios». En referencia a la propuesta del Gobierno de Gustavo Petro, para alejar a los jóvenes de la violencia en el país.
La polémica iniciativa fue presentada por el Presidente en su visita a Buenaventura, tras el recrudecimiento de la violencia y la inseguridad en el territorio. Que en los meses de mayo y junio ha duplicado el número de homicidios, en comparación a los mismos meses del año anterior. Convirtiéndose en un foco para el incremento de bandas criminales, la expansión del narcotráfico, el soborno y la extorsión. Siendo esta práctica, común y repetitiva para muchos jóvenes. Que no encuentran otra oportunidad diferente, a la realidad con la que conviven. Y en ocasiones por muy cruda que parezca, solo es la única alternativa con la cuentan para subsistir y resistir.
Según datos del Ministerio de Educación Nacional (M.E.N.), solo el 24% de los jóvenes provenientes del litoral pacífico logran acceder a una institución de educación superior. En comparación con la media nacional, que se sitúa en un 53% de cobertura.
Lo cual nos indica por simple aritmética, que un 80% de estos jóvenes desamparados por el Estado colombiano, quedan a merced de la delincuencia y del conflicto armado.
Siendo reclutados por las mafias y los grupos al margen de la ley. Fenómeno que ya ha sido sobre diagnosticado por los diferentes gobiernos de turno durante en más de 30 años en el país. Pero que por primera vez, se materializa una política pública, por muy descabellada que parezca, al servicio de la reivindicación social con equidad.
La propuesta contempla aplicar un subsidio mensual de un millón de pesos (casi 240 dólares), para alejar a los jóvenes de la violencia. Con el compromiso de abandonar la delincuencia como práctica remunerativa, y emprender un proyecto productivo anclado a un proceso educativo y formativo.
Para ello, el gobierno busca que dicha renta básica ayude a sortear los obstáculos socioeconómicos para el ingreso a la educación superior. Pero antes, garantizando la inclusión y el mejoramiento de la calidad de vida de los jóvenes y sus familias. Con oportunidades viables de ocupación laboral.
La iniciativa involucra también la creación de una universidad en territorio, que permita el acceso de por lo menos 500 mil nuevos cupos educativos, en carreras profesionales y tecnológicas, según las necesidades productivas de la región.
Los opositores radicales a la propuesta gubernamental, señalan que la iniciativa aún no tiene doliente y que es efímera y populista. Pero lo cierto, es que el Presidente Gustavo Petro, ya implemento algo similar cuando fue alcalde de Bogotá entre el 2012 al 2015. Incluyéndola además en su propuesta de gobierno como candidato presidencial. Y posteriormente una vez fue elegido como mandatario de los colombianos, la adhirió a su Plan Nacional de Desarrollo (PND). Creándole incluso una dirección propia en el nuevo Ministerio de la Igualdad.
Por ahora, «Pagar por no matar», se convierte en una propuesta resolutiva y audaz para el proyecto de Paz Total del presidente. No sin antes entender como lo afirmó el Ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, que las transferencias de un millón de pesos serán temporales y transitorias. Mientras se logra consolidar en conjunto con la iglesia católica y organizaciones sociales que trabajan en territorio, los jóvenes en alto riesgo. Para luego, materializar los programas sociales y comunitarios que se exigen, según las necesidades encontradas.
Dicho programa de acuerdo al Plan Nacional de Desarrollo (PND), en los objetivos generales de Jóvenes en Paz, contempla cuatro ejes de articulación: Las transferencias monetarias condicionadas al trabajo social y al estudio, acceso a mecanismos de asistencia al emprendedurismo, gratuidad de programas educativos y provisión de servicios de salud mental.
Reglamentación que según el texto, debe cumplirse en los tres meses posteriores a la aprobación de la ley. Y que inicialmente estará en vocería del Departamento Administrativo de Prosperidad Social (DPS).
Tema álgido y de suma importancia, difícil de explicar y entender. Pero la realidad es que los jóvenes de sectores alejados de las urbes o marginados, carecen de la posibilidad de educación y desarrollo y por su afán de subsidtencia los obliga o posiciona entrar en la delincuencia o seguir el ejemplo del entorno tristemente. SI, se requiere con urgencia!! que los jóvenes tengan acceso a su desarrollo, educación y crecimiento. Un derecho que no se les puede ni debe negar.
Este es el lado de Colombia el cual a nadie le gusta, el país queda como un país con lugares llenos de violencia y odio, desde mi perspectiva lo veo como una oportunidad que se le está dando a los jóvenes, lo importante aquí es esperar que esta propuesta tenga un resultado positivo y que los jóvenes realmente sepan aprovecharla, pues todo parte desde la autonomía.
Este es el lado de Colombia el cual a nadie le gusta, el país queda como un país con lugares llenos de violencia y odio, desde mi perspectiva lo veo como una oportunidad que se le está dando a los jóvenes, lo importante aquí es esperar que esta propuesta tenga un resultado positivo y que los jóvenes realmente sepan aprovecharla, pues todo parte desde la autonomía.
Con mucha tristeza se ve en videos donde se cometen actos delictivos, asesinatos y aún en el mismo día a día de un colombiano del común como un joven con la mayor tranquilidad y ligereza se acerca y arrebata un celular, atraca a los transeúntes robando sus pertenencias lo hacen con la frialdad que se necesita para lograr con su meta. Es ahí cuando nos damos cuenta el deterioro social en el que vivimos, como las familias fragmentadas y el abuso se manifiesta en estas juventudes no encuentran otro camino sino este. Es ahi cuando el gobierno con politicas sociales deberia garantizar el sustento basico de millares de familias que quiza el unico ingreso que pudiesen tener es este. Así que no me parece descabellado la idea del gobierno sin pensar que esta sea la solución absoluta a una situación social que tienen muchísimos matices y situaciones complejas. Pero empezar a pintar una opción que para muchos la verían beneficiosa para cambiar de estilo de vida al menos no delinquiendo cuando sus riesgos son mayores. Hay que empezar por algo y mirar en el camino si toma la fuerza que se espera o por el contrario no logra con el objetivo.