Gustavo Petro Urrego, presidente de la República de Colombia.
«El Acuerdo Nacional no es cómo se vuelve el trabajador un esclavo, porque solo iríamos a la barbarie. El Acuerdo Nacional es cómo la producción en Colombia crece a partir del conocimiento. Para eso hay que hacer universidades, no solo privadas, sino universidades para toda la juventud».
En el acto de reconocimiento público del sindicalismo como colectivo víctima del conflicto armado, el presidente Gustavo Petro Urrego concatenó tres de las propuestas principales que desarrolla el Gobierno del Cambio: el Acuerdo Nacional y las reformas laboral y educativa.
El mundo moderno –explicó– hace crecer las ganancias como nunca antes y esas ganancias se construyen aumentando la productividad y no la jornada de trabajo. La jornada de trabajo tiene un límite físico y en cambio la productividad tiene como base el cerebro, es decir el conocimiento.
«Entre más conocimiento aplicado a la producción, un trabajador y una trabajadora produce más cosas en la misma unidad del tiempo. Y entre más lo hace, más riqueza individual y social hay. Y entre más riqueza social hay, la nación es más próspera y el empresario y el trabajador pueden ganar de la productividad. El trabajador y la trabajadora tienen prosperidad y el empresario se vuelve mega rico. Ese es el pacto de hoy», sostuvo.
Ante decenas de líderes y víctimas del sindicalismo colombiano, reunidos en el Hotel Hilton de Corferias en Bogotá, el jefe de Estado recalcó: «El criterio para el crecimiento de la riqueza y de la ganancia no es volver al pueblo trabajador esclavo, sino volverlo inteligente, es volverlo estudiado, es volverlo desarrollado en los conocimientos de hoy para que la productividad pueda crecer, y al crecer la productividad crece la ganancia y crece el salario y el país se vuelve rico».
«Entonces aliarse a un empresariado que cree que la ganancia nace volviendo al trabajador un esclavo extendiendo las jornadas, ese camino no es contemporáneo, no es del futuro, ese camino es el de la barbarie y del pasado».
«No lleven a Colombia al pasado, hay que llevar a Colombia al futuro y a la esperanza. O es la barbarie o es la esperanza. El presidente de la República le pide a la sociedad colombiana que vayamos con la esperanza, no con la barbarie», puntualizó.