Jorge Giraldo Acevedo
No existe ninguna duda que en Bogotá y las principales ciudades de Colombia, por las nuevas modalidades delictivas de los atracadores, se vive en permanente acoso e intranquilidad.
La situación es muy preocupante debido a que los robos, atracos, hurtos y demás acciones delictivas son practicadas por bandas muy bien organizadas cuyos integrantes sorprenden a sus víctimas en cualquier tiempo y lugar y en sus acciones, por lo general, no respetan la vida de las personas.
El grave problema de la inseguridad en todo el país se presenta en forma o características muy diferentes a lo que sucedía hace unos años; ahora los delincuentes disponen para sus fechorías de vehículos y armas; son bandas integradas por varias sujetos.
En el país la situación se percibe en forma más grave en Bogotá; esto obedece en forma primordial a que la ciudad capital tiene una numerosa población estimada en más de 8 millones de personas, por el aumento de sectores habitacionales y su crecimiento industrial, comercial y la gran cantidad de venezolanos que se han establecido aquí.
Esas son las bandas que con su accionar delictivo causan la inseguridad ciudadana y las autoridades en general deben ejecutar las medidas del caso para, por lo menos, reducirla; por ejemplo más vigilancia policiva y requisas en sitios estratégicos, mayor control al porte de armas y, en lo que muchas personas han insistido, miembros de la policía de civiles y mayor número de agentes.
Por otra parte el problema hay que atacarlo mediante la colaboración ciudadana y en esto se incluye que los afectados denuncien a los delincuentes; además, con la respuesta inmediata, ante una acción delincuencial, por parte de la policía, y que los encargados de la justicia castiguen a los delincuentes en forma eficiente y severa; también que los centros carcelarios sean de verdadera rehabilitación y nunca centros de especialización delictiva.