Jorge Giraldo Acevedo
Desafortunado y lamentable el caso del presidente de la Federación de Fútbol, el barranquillero Ramón Jesurún, su hijo y miles de aficionados colombiano y argentinos que protagonizaron los incidentes durante la realización de la final del campeonato suramericano de fútbol en Miami.
En forma definitiva nos llegó la época en que debemos entender que en los Estados Unidos y en países de Europa, como Alemania, nadie puede agredir a ningún miembro de la la policía. En esas naciones impera el orden y nadie puede enfrentarse a ningún miembro de la autoridad; allí las leyes, normas en general de convivencia y orden, se tienen que cumplir y la policía estaba allí para garantizar la finalización del suceso del fútbol suramericano.
Estos hechos del máximo representante del fútbol nacional y demás personas nos deben dejar una enseñanza y es que debemos respetar las autoridades en general y nunca enfrentarnos a los que están encargados de evitar desórdenes y hechos vandálicos como los protagonizados por miles de personas colombianas y argentinas.
Otra lección importante es que no estamos preparados para celebrar adecuadamente el logro de un campeonato de fútbol o cualquier otra disciplina deportiva. Afortunadamente el partido del fútbol sí fue todo un espectáculo que le permitió a la selección colombiana el subcampeonato y a la argentina el primer lugar.